El doctor en Química e investigador de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), Mario Delfino, entrevistado por EL LIBERTADOR, resaltó los beneficios del cannabis medicinal para alivio del dolor, la ansiedad, el insomnio y algunos trastornos del espectro autista, bajo la supervisión de un médico formado.
Indicó que en la región cada vez más profesionales de la salud están dispuestos a utilizarla en sus tratamientos, sin embargo, advirtió que la falta de disponibilidad y la necesidad de normativas locales son desafíos que deben superarse para facilitar su acceso.
Así transcurrió parte del diálogo.
¿Cuáles son los principales beneficios del cannabis medicinal en comparación con otros tratamientos convencionales?
-En primer lugar, se debería tener en cuenta y aclarar que los tratamientos con cannabis no suplantan a los tratamientos médicos de base o convencionales, sino que los complementan, con una visión integral del paciente y manteniendo el seguimiento y control médico correspondiente. Es el médico quien aconseja si el tratamiento puede ser útil o no, cómo comenzar, cómo administrar y corregir la dosis, así como qué variedad utilizar. Bajo estas condiciones, el uso del cannabis puede ser muy útil para acompañar diversas afecciones, fundamentalmente relacionadas con el dolor, la ansiedad, el insomnio y, en algunas ocasiones, para trastornos del espectro autista. En muchas situaciones, acompañar el tratamiento con cannabis permite disminuir el consumo de otros medicamentos que, a la larga, podrían traer efectos adversos. No obstante, siempre se debe tener en cuenta que pueden haber interacciones medicamentosas en las que está contraindicado el uso del cannabis. De ahí la importancia de que haya un médico capacitado que acompañe el tratamiento.
¿Qué recomendaciones daría a los pacientes?
-En la mayoría de los casos, el uso del cannabis es utilizado para tratamientos relacionados con el dolor, epilepsia, depresión, ansiedad, insomnio, autismo y efectos adversos en los tratamientos quimioterápicos (como, por ejemplo, la falta de apetito). La mejor recomendación es tener un acompañamiento médico para lograr encontrar la dosis terapéutica adecuada. Aunque, aclaro, al ser doctor en Química, de base licenciado en Química, la parte médica no me compete.
CAPACITACIÓN
Y MATERIAL
APROBADO
¿Considera que la aceptación médica del cannabis en la región avanzó?
-Está empezando a haber más médicos y profesionales de la salud capacitados y que se animan a realizar tratamientos con cannabis. No obstante, hacen falta más capacitaciones a nivel local y la posibilidad de contar con material (aceites, cremas, etcétera) más fácilmente accesible para realizar estos tratamientos de manera segura.
Agregar valor
¿Qué impacto económico podría tener esta industria en la región?
-Somos muy optimistas al respecto. Continuamente aparecen empresas, asociaciones y cooperativas que buscan agregar valor de manera local. Esto es importante para el desarrollo de la región, y entendemos que, si bien los que mejor se adapten a las condiciones de mercado prevalecerán, los conocimientos generados y las inversiones realizadas permiten diversificar los productos. Si bien hace falta más regulaciones que permitan ampliar los nichos de negocios o las posibilidades de agregar valor mediante la extracción y aislamiento de componentes de la planta, se va generando un mercado interno latente que podría llegar a generar una demanda interesante en términos económicos en áreas como la comercialización de fertilizantes, sistemas de cultivo, accesorios, infraestructura, asesoramientos, capacitaciones, análisis, gestión de proyectos, etcétera.
De la producción a la farmacia
¿Cuáles son los desafíos regulatorios más importantes?
-Hasta el momento, las leyes nacionales se han aplicado bien y están vigentes en todo el país y todas las regiones. No obstante, el tema que se está trabajando en este momento es el agregado de valor del cannabis. Ya hay empresas que cosechan material vegetal. El desafío es incentivar la inversión para el agregado de valor mediante la transformación de ese material vegetal en Ingrediente Farmacéuticamente Activo (IFA) de calidad, que pueda ser distribuido en farmacias habilitadas para la elaboración de preparados magistrales.
¿Qué medidas podrían tomarse para mejorar su acceso?
-Actualmente se consiguen algunas cremas de uso tópico. El preparado farmacéutico habilitado tiene su uso restringido al tratamiento de epilepsia refractaria en menores, por lo que para otros tratamientos no cubren las obras sociales. Por lo tanto, se dificulta el acceso. La provincia de Corrientes tiene planes para elaborarlo a nivel local, haciendo un esfuerzo enorme y con una visión muy acertada, desde mi humilde punto de vista. Lamentablemente, la adquisición de los equipos, instrumentos, formación de recursos humanos, manejar el «know how» de la elaboración y realizar los controles correspondientes son procesos que llevan tiempo y requieren recursos, por lo que, por más buena voluntad y empeño que se ponga, realizar todo esto de una manera segura (como corresponde) lleva su tiempo.
¿Existe un marco regulatorio adecuado para garantizar la calidad y seguridad del cannabis medicinal en nuestra región?
-El tema fundamental aquí es que esos controles se realizan en la comercialización del cannabis para la elaboración de IFA, y eso está normado internacionalmente por varias Farmacopeas. Al momento, la versión vigente de la Farmacopea Argentina no incluye al cannabis entre sus monografías; no obstante, se rigen mediante los controles establecidos en farmacopeas internacionales. Estos ensayos incluyen: dosaje de cannabinoides, control microbiológico y determinaciones de aflatoxinas (micotoxinas), metales pesados y pesticidas.
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