La Asociación Argentina de Polo (AAP) tomó la iniciativa para trabajar en la toma de conciencia de los riesgos de este juego y en la prevención y el cuidado entre los polistas. En ese contexto y ante los accidentes que golpearon al ambiente, sostuvo reuniones con los protagonistas para hacer un diagnóstico, descubrir que se está haciendo mal y ponerse en sintonía con la forma de trabajo en esta materia en otras potencias del polo, como Inglaterra y Estados Unidos. En esos encuentros fueron puestas sobre la mesa cuestiones reglamentarias por pulir. En definitiva, se procura ajustar al máximo para evitar lo evitable.
Se viene el Polo Seguro de la AAP para evitar accidentes y tener una prevención, son temas debatidos virtualmente en la Asociación Argentina de Polo, en la que participaron entre otros Eduardo Novillo Astrada (h), Ignacio Heguy y Delfín Uranga.
La situación no da como para más. En apenas un año y dos meses se accidentaron más gravemente o menos Pedrito Heguy, Guillermo Willington, Nicolás Pieres, Diego Araya, Clemente Zavaleta (h), Tomás Dartiguelongue y Pablo Pieres, y llegó el tiempo de minimizar los riesgos ajustándose a nuevos protocolos de seguridad. En ese sentido, una semanas atrás hubo una reunión convocada por Delfín Uranga, el presidente de la AAP, en la que participaron la Asociación de Jugadores, encabezada por Marcos Di Paola, y polistas de alto handicap, referís e integrantes de la Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo.
Se resolvió en tres frentes: la seguridad, el reglamento (juego) y la disciplina. A partir del 1 de septiembre se podrá utilizar solamente cascos homologados; se deberá tomar al hombre en forma paralela en vez de hacerlo con un pechazo con ángulo; se eliminará el bloqueo en toda la cancha, y además se sancionará la acumulación de faltas de un equipo con agravamiento de las penalidades y/o una suspensión de dos minutos al jugador que alcance el límite establecido para la cantidad de faltas personales.
Se pueden mejorar los cascos, evidentemente algo más hay que hacer al respecto, tomar la mayores recaudos. Cada uno tendrá que hacer lo suyo y mirar un poco adentro y preguntarse en qué mejorar.
Mientras la Asociación y miembros de la familia del polo buscaban soluciones, se suman accidentes de argentinos durante la temporada alta de Estados Unidos.
«Es muy triste lo que ha pasado. Varios son amigos míos y por eso no es un buen momento tampoco para mí. Pero creo que esto va a servirnos para tomar conciencia de lo que no se estaba haciendo bien», dijo Uranga, presidente de la AAP esperanzado en que las nuevas medidas den el resultado deseado: evitar el mayor número posible de accidentes. Y si no, que al menos las consecuencias no sean graves.
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