El presidente, Javier Milei dio inicio a las sesiones extraordinarias en el Congreso de la Nación a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que apunta al tratamiento de normativas y medidas económicas incluidas dentro de una «ley ómnibus». El «mega decreto» de desregulación del Estado, por tanto, quedó relegado dentro del orden de prioridades legislativa y no podrá tratarse hasta el 1 de marzo, más allá de que inicie su tratamiento en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo. Ante ello, el primer mandatario advirtió que convocará a un plebiscito.
Este martes 26, que fue una de las jornadas más ajetreadas en 16 días de gestión, aprovechó una entrevista televisiva para dejar en claro su impronta, en base a la estrategia del hecho consumado. No dudó en apuntar de lleno contra la «casta» que acciona en el Congreso de la Nación ni de desafiar a los gobernadores (con los que se reunió la semana pasada).
Los tiempos de la economía no son los de la política ni los de la Justicia, que puede llevar años para fijar un criterio.
Entretanto, Milei apuesta a tornar operativas todas las reformas. Es que necesita producir resultados en el menor tiempo posible. Tiene en claro que lo menos recomendable es abrir el debate sobre iniciativas cuyo éxito depende de la aplicación sin demora.
El Presidente está convencido de que está para cumplir una misión y no le importa pagar costos políticos ni respaldar a las fuerzas del orden para que, si fuera necesario, recurran a la represión.
«QUE EXPLIQUEN
A LA GENTE»
De esta manera lo evidenció durante su charla con el periodista Luis Majul, de LN+. Puso énfasis en el andarivel legislativo por el que debe transitar su iniciativa de desregulación del Estado. «Si me la rechazan, llamaría a un plebiscito y que me expliquen por qué se ponen en contra de la gente», remarcó sobre el DNU que emitió la semana pasada.
Hizo hincapié en el respaldo que obtuvo en las urnas en las últimas elecciones y se mostró confiado en el apoyo popular. «No pueden aceptar que perdieron, que la población eligió otra cosa», subrayó en una jornada en la que además los gremios afines al kirchnerismo comenzaron a ratificar un itinerario de protestas, que se agregó a los «ruidazos» que se dieron en algunos puntos de Caba.
«La situación es muy complicada. Esto requiere de shock», enfatizó Milei para no dejar dudas de su idea en marcha. «Lo que presentó Federico (Sturzenegger) es un tercio de la reforma», aclaró.
Un punto que expuso para destacar algunas buenas señales de sus primeros días de gestión tuvo que ver con la caída de la brecha cambiaria, que muestra el respaldo a las medidas. «Fue tan bien recibido el programa económico que, a diferencia de otro caso, en los que la brecha se mantenía constante o se ampliaba, logramos comprimir en un contexto donde además bajamos la tasa de interés, el riesgo país y todos los activos financieros argentinos mostraron un alza enorme. Eso quiere decir que el programa fue aceptado», expresó confiado.
«Algunos buscan coimas»
El Presidente imprimió su marca registrada en la entrevista con LN+. Dijo algo que pocos dentro de la política se animan a decir y tiene que ver con cosas que la gente da como un hecho de la realidad.
Lo hizo al referirse a posibles trabas que se observen en el ámbito parlamentario para avanzar con sus iniciativas. Y sentenció: «La maquinaria del Congreso pone lentitud a los proyectos. Y parte de esto es porque algunos legisladores buscan coimas».
Advirtió que «esos a los que les gusta la discusión y que le buscan la coma a todo, están buscando coimas. Esto justamente apunta contra los corruptos. Y, una de las cosas que buscan, es entrar en la dinámica para vender sus votos. Ojo que hay mucho delincuente y vivillo dando vueltas».
Por la libertad, la desregulación y contra el «tongo» político
Incluso así, fue sincero al reconocer que «no es suficiente, porque cuando hacés un programa de estabilización, el aumento del ahorro tiene que tener una contrapartida de inversión para que no sea recesivo». «Por eso es tan urgente el paquete de medidas que mandamos en la segunda semana (al Congreso)», agregó.
Aprovechó para detallar que la estrategia tiene tres elementos fundamentales. «Una parte que es dar más libertad a los individuos; otra, que tiene que ver con desregular e ir hacia estructuras más competitivas; y otra que es eliminar los ‘tongos’ de la política», indicó.
«A diferencia de lo que dicen algunos, no es amigable con las empresas, es amigable con la competencia, amigable con los mercados, amigable con los argentinos de bien», subrayó.
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