Los minibasurales son un problema de siempre en la ciudad. Especialmente en los barrios, donde la mayoría de las personas optaban por convertir espacios comunes en sitios de acumulación de residuos. Es por eso que desde el Municipio vienen reforzando desde hace tiempo para lograr la erradicación de estos lugares y mejorar la calidad de vida de los vecinos. Y advierten que los resultados comienzan a ser evidentes, por la notoria reducción de estos puntos.
«Notamos una disminución de más del 50 por ciento de los minibasurales en la ciudad, respecto de otros años», dijo a EL LIBERTADOR, el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Comuna, Javier Rodríguez. Y aclaró que todo viene de la mano con el permanente trabajo de concientización que desarrollan en los barrios. «Tenemos muy presente que no sólo es importante eliminar estos espacios, sino provocar un cambio cultural», especificó.
El funcionario municipal destacó en este sentido, el trabajo de los promotores ambientales que desarrollan una importante campaña de educación para que los vecinos comprendan la magnitud de este problema. Así también destacó la respuesta de la gente: «Los vecinos ven todo lo que hacemos y la mayoría se ocupan de cuidar ellos mismos los espacios recuperados en donde antes tenían un basural».
También hizo mención a la cooperación con las iglesias locales, mediante lo cual pudieron convertir en grutas con imágenes religiosas para los vecinos varios puntos que durante años fueron espacios de acumulación de residuos.
«Esta fue una actividad muy positiva porque vemos la reacción positiva de contar con un lugar dedicado a la oración donde antes no lo hubieran podido hacer. Y esto se extiende a otras iglesias, como la evangélica con la que tenemos prevista otra inauguración», adelantó.
Una labor conjunta
«El programa de mitigación de minibasurales tiene una altísima demanda que nos obliga a seguir trabajando en forma intensa; hoy, con un promedio de dos espacios recuperados por semana, los cuales son inaugurados juntos a los vecinos», dijo el Subsecretario de Ambiente y Desarrollo municipal, durante la inauguración de un espacio recuperado en una de las esquinas del hospital Llano.
Como ocurrió en esta oportunidad, el intendente, Eduardo Tassano remarcó un aspecto fundamental del programa. «Esta acción permite un trabajo conjunto con los vecinos y con entidades de la ciudad», señaló, dando cuenta de la colaboración permanente entre distintos actores que permiten poder realizar y mantener la conversión de estos espacios en puntos de encuentro comunitario.
La labor comunitaria es una de las razones que explican la buena recepción del programa en los distintos barrios, que es donde más se llevan adelante estas acciones. «Esta realidad nos pone muy contentos, porque estos espacios, que fueron depósitos de basura, no se vuelven a convertir en eso», cerró el Subsecretario municipal.