Familiares y amigos de Lucas Cabrera, el joven de 21 años que murió producto de un violento choque en la rotonda Poncho Verde de la Capital, se reunieron ayer en la mañana en el lugar del siniestro. El motivo fue reforzar el reclamo de justicia por el caso y señalizar el sitio donde el chico fue atropellado por un automóvil cuya conductora se dio a la fuga y fue demorada una semana después, cuando intentaba tramitar su licencia.
Lucas falleció el viernes 15, tras una agonía de una semana en el hospital Escuela, mientras la persona que lo había tropellado, esa misma mañana fue al Centro Emisor de Licencias a la espera de hacer el trámite de su carnet de conducir. Trascendió que lo tenía vencido desde 2019.
Ayer, los padres del joven volvieron a pedir justicia por su hijo. «Nosotros vamos a seguir insistiendo, espero que no sea un olvido más… quiero pensar que se va hacer justicia», afirmó el papá de Lucas y, sobre una posible sentencia condenatoria insistió: «De última, que le hagan hacer trabajos comunitarios». Lo dijo en referencia a la mujer de 73 años de apellido Olaondo, acusada de atropellar al joven, la tarde del viernes 8 y de dejarlo abandonado con las graves lesiones que derivaron en su muerte.
Los familiares del chico lamentaron que «será una Navidad sin Lucas». Seguidamente, hicieron notar a la presunta responsable, «sigue su vida como si nada, después haberlo atropellado».
SÍMBOLO
Con carteles de pedido de justicia y algunos acusatorios, se desarrolló la manifestación de manera pacífica e invadida por un profundo sentimiento de tristeza de los familiares y amigos del joven fallecido. Acompañaron los integrantes de la Fundación Estrellas Amarillas que pintaron una estrella de cinco puntas que representan los valores: memoria, prevención, ley, justicia y educación.
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