Se le dice Nochevieja a la última velada del año en el calendario gregoriano. Hay una aceptación popular en que esta se extiende entre las 20 de hoy y las 6 de mañana, tiempo en el que las familias y amigos se reúnen para celebrar el inicio del Año Nuevo. Hoy, también es el momento en que muchos aprovechan para realizar los rituales tradicionales asociados con la prosperidad para el ciclo que comienza. Estos son los cinco más populares que se siguen cumpliendo en las mesas correntinas.
*Vestirse de blanco: el color neutro simboliza pureza, paz, claridad, limpieza, nacimiento, alegría y renovación. Por eso, se cree que usar ropa blanca en Año Nuevo atrae buenas energías y prosperidad para el año entrante. Se cree que esta tradición surgió en la fiesta de Reveillón en Copacabana, Brasil, donde miles de personas se reúnen para dejar ofrendas a la diosa Iemanjá, protectora de los navegantes, los peces, el hogar y la fertilidad.
*Ropa interior amarilla: porque es un color asociado con la luz, vitalidad y energía positiva. Según dicen, atrae el dinero, la prosperidad, suerte, alegría y armonía. En algunos lugares recomiendan recibir esta prenda como regalo, porque al parecer esto maximiza su efectividad y multiplica sus propiedades simbólicas. Hay quienes reemplazan el color por el rosa como símbolo de armonía.
*Las 12 uvas: al parecer este ritual es originario de España, pero se difundió en el país y llegó a la provincia gracias a los inmigrantes que se radicaron aquí. Lo que se acostumbra es comer ese número en total y una fruta detrás de la otra. Cada una simboliza un mes del año entrante y representan un propósito y deseo para el próximo ciclo. La complicación es que debe hacerse a la medianoche y en un lapso de 60 segundos para que la persona tenga suerte.
*Barrer para afuera: es una analogía de lo que implica sacar las malas energías. Para muchos, hoy es el día ideal para limpiar toda la casa y tirar lo que es viejo y ya no sirve. Según la leyenda al momento de realizar esta práctica se debe tener en cuenta que, lo que cuenta es barrer desde adentro del hogar hacia afuera, así se alejará la negatividad y mala suerte acumulados durante todo el año que pasó.
*Prender velas en la casa: similar a lo que ocurre con la ropa interior, el color que se elija determina los deseos que la persona desee alcanzar el año próximo. Las blancas son utilizadas para tener un año lleno de paz y armonía; las amarillas para atraer nuevos negocios; y velas rojas están relacionadas al amor. Mientras que, las velas verdes están vinculadas a la salud, el bienestar en la familia y, finalmente, las violetas -o también lilas y moradas- permiten a la persona transmutar lo negativo en positivo y alejar las malas energías.
Ya sea que se cumpla con uno o con todos, el objetivo es el mismo: que el año que se inicia sea mejor para todos y las dificultades que puedan surgir, sean superadas. La idea de que esto puede manejarse de alguna manera con una simple acción, como cualquiera de las mencionadas, sostienen esta tradición. Lo demás es cuestión de fe.
La comida no puede faltar
La comida en abundancia es una de las tradiciones más fuertes de las fiestas de fin de año. Especialmente en la Nochevieja, la creencia estila disponer en la mesa una variedad de platos para los comensales para atraer más abundancia. En Corrientes, el asado con distintas ensaladas, el vitel toné, los sándwiches de miga y los piononos son los grandes protagonistas de la velada.
Los postres tampoco pueden estar ausentes y el que más destaca es la ensalada de frutas, aunque también es la fecha ideal para el pan dulce, los budines, turrones y hasta tortas con las que se pueda endulzar el paladar.
Con todo esto, para las 12 en punto, el lugar central es para el brindis, con sidra o champagne ya que el choque de las copas es un augurio para las buenas cosas que vendrán.
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