En una victoria para la conservación de la biodiversidad, dos cachorros de yaguareté, aproximadamente de seis meses de edad, fueron recientemente registrados en los esteros del Iberá. Estos se suman a la población que ahora cuenta con, al menos, 20 individuos en libertad. Así lo dio a conocer la Fundación Rewilding Argentina que lleva éste y otros proyectos vinculados a la reintroducción de especies en Corrientes.
Este acontecimiento, además de la alegría, marca un hito en el proyecto de reintroducción que busca restablecer la presencia de este majestuoso felino en el suelo correntino después de más de 70 años de extinción local.
Las dos nuevas crías son descendientes de Porá, una hembra liberada junto a su madre y su hermana en 2021, cuando aún era una pequeña cachorra. Este trío pionero marcó el regreso de los yaguaretés a Corrientes, un acontecimiento significativo en la lucha por la recuperación de esta especie emblemática, de acuerdo con Rewilding.
En una publicación en sus redes sociales destacaron que en menos de tres años de la primera liberación, la población de yaguaretés en el Iberá alcanzó al menos 20 individuos, lo que representa aproximadamente el 10 por ciento de la población total de esta especie en todo el país. Este logro consolida el éxito del primer proyecto de reintroducción del yaguareté a escala mundial, un esfuerzo colaborativo para revitalizar la presencia de estos grandes felinos en su hábitat natural.
Aseguran desde el equipo de la Fundación que Corrientes se destaca como la provincia con la mayor población de yaguaretés en el Gran Chaco argentino, y el Parque Nacional Iberá se encamina a convertirse en el parque argentino con la mayor cantidad de estos felinos, marcando un hito crucial en la preservación de la biodiversidad.
El retorno del gran tigre americano a Corrientes no sólo contribuye a la salud y funcionalidad del ecosistema, sino que también genera oportunidades de desarrollo para las comunidades locales. El turismo de naturaleza florece en la región, ofreciendo a los lugareños nuevas perspectivas económicas y consolida el compromiso de conservar la fauna y la flora autóctona.
El crecimiento de la población de yaguaretés es un testimonio del impacto positivo que la colaboración entre la comunidad, las organizaciones de conservación y el Gobierno puede tener en la restauración de especies en peligro de extinción.
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