Si bien presidentes o voceros suelen dar una rueda de prensa tras una audiencia con el Papa para revelar algunos temas de la conversión, esta vez no sucedió. Sin embargo, sí fue evidente y causó también sorpresa la extensa duración poco usual del encuentro privado de Francisco con el presidente Javier Milei, hecho que se destacó en todos los medios al definirla como una audiencia «récord», en relación a las que el Papa concede habitualmente debido a sus obligaciones.
Lo que además se supo es que hubo mucha escucha por parte del Santo Padre de lo manifestado por el mandatario, como la situación social y política, aspectos de la vida de la humanidad que desvelan a Francisco.
La cumbre tenía una duración pautada de 30 minutos, no obstante, Milei estuvo en la Biblioteca del segundo piso del Palacio Apostólico en el Vaticano desde las 9 (hora local- 5 argentina) hasta las 10. Fueron 70 minutos en total; 60 minutos de audiencia privada y unos 10 minutos con la comitiva presidencial, una de las más reducidas en cuanto a las de otros jefes de Estado, incluso como la del Presidente anterior, a quien acompañaban unas 80 personas.
Este fue otro acto sorpresivo con esa duración «récord» de charla, no menor para el análisis de los vaticanistas porque ven en ello la trascendencia que le brinda un Pontífice a una reunión.
Dialogaron «de manera muy cordial, con mucha simpatía y amistad», comentaron en la comitiva de Milei y similares consideraciones vertieron los Cardenales asistentes del argentino más importante del mundo, el Papa, quien el viernes no descartó una vez más la intensión de visitar su país, cuando al recibir al arzobispo de Montevideo, monseñor Daniel Sturla, lo invitó a visitar Uruguay, y a quien le respondió: «Si voy a la Argentina, voy a Uruguay». Una visita esperada por millones que se dice podría realizarse para la primavera.
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