La obra, que comenzó en 2014 y paralizada en los años posteriores, fue reactivada en 2019. Es considerada como la más importante dentro de sus características que se inaugura en el país desde 2015 a la fecha.
02-TAPA-POLITICA-20La Secretaría de Energía de la Nación informó este fin de semana que entró en funcionamiento la línea de transporte eléctrico de Extra Alta Tensión (EAT) 500 kV entre las estaciones transformadoras Rincón Santa María, en la provincia de Corrientes, y Resistencia, en Chaco, que permitirá ampliar la potencia de transmisión desde Yacyretá.
La obra, que comenzó en 2014 y paralizada en los años posteriores, fue reactivada en 2019 y es considerada como la más importante dentro de sus características que se inaugura en el país desde 2015 a la fecha.
En un comunicado de prensa, el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, señaló que «por mandato del presidente, Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner estamos construyendo con compromiso y visión federal la infraestructura de energía que necesitamos para consolidar la reconstrucción argentina en cada región del territorio nacional».
«Luego de años de paralización, estamos reactivando y energizando obras fundamentales y estratégicas para la consolidación del sistema de transporte eléctrico en todo el país, lo que mejorará la calidad del servicio para millones de argentinos y argentinas y apuntalará el desarrollo económico, productivo y social», destacó, por su parte, el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, responsable de la realización de la obra.
SOBRE EAT
Y LA OBRA
El tendido de Extra Alta Tensión de 270 kilómetros de extensión es el primero de estas características que entra en funcionamiento desde 2015.
La nueva línea amplía la capacidad de evacuación de energía de Yacyretá y el brazo Aña Cuá y refuerza, además, el intercambio eléctrico con Brasil.
La obra fue reactivada en 2019 a partir del compromiso de la Secretaría de Energía para terminarla luego de años de paralización y permite reforzar el Sistema Argentino de Interconexión (Sadi).
Esto permitirá afrontar contingencias en el Litoral y el Gran Buenos Aires, zonas en las que se concentra el 60 por ciento de la demanda eléctrica del país.
Esta obra significó una inversión de más de 113 millones de dólares y 2.800 millones de pesos aportados por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Fondo Fiduciario para el Transporte Eléctrico Federal (Fftef).
Fue iniciada en 2014, pero luego quedó paralizada en sucesivas ocasiones y fue finalmente reactivada en 2021, con el impulso de la Subsecretaría de Energía Eléctrica, el Comité de Administración del Fftef (CAF), la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) y el apoyo de los gobiernos de las provincias de Corrientes y Chaco.
El tendido consta de 567 torres de 36 metros de altura promedio que atraviesan terrenos selváticos y pantanosos de las provincias de Corrientes y Chaco y cruza el río Paraná mediante torres de 140 metros de altura.
En el aspecto ambiental, la construcción de la línea incorporó la plantación de 150.000 árboles en las provincias del Chaco y Corrientes, a través de un innovador Programa de Compensación Forestal orientado a los pequeños productores de la zona, con objetivo de proteger el paisaje y la biodiversidad lo que ameritó un premio internacional a las buenas prácticas ambientales por parte de la CAF.
La Estación Transformadora Resistencia, donde concluyeron las obras de ampliación y adecuación de campos, es una de las de mayor importancia en el NEA, permitiendo la interconexión de todas las provincias del Norte Argentino, garantizando la provisión del Sadi.
El tercer caudal más bajo desde 1901
En términos de caudales, a la altura del Complejo Hidroeléctrico Yacyretá, en 2021 el caudal afluente medio anual fue 8.500m3/s, siendo este valor el tercero más bajo de la serie 1901-2020.
La EBY informó que estos valores solo fueron superados por los registrados en los años 1944 (7.400 m3/s) y 1934 (7.900 m3/s).
Seguido a un segundo semestre de 2019 caracterizado por precipitaciones inferiores a lo normal en la cuenca del Paraná de aporte a Yacyretá, la tendencia se acentuó en el 2020, resultando ser el quinto año más seco desde 1961, reportó la EBY.
En ese periodo, el déficit de lluvia osciló mayormente entre el 20 por ciento y 60 por ciento respecto de los valores considerados como normales.
El caudal promedio para el mes de diciembre fue de 7.600m3/s, precisó.
Considerando la serie 1901-2020, este valor de caudal fue el undécimo más bajo y representó el 60 por ciento del caudal promedio para el mismo mes (12.700m3/s), afirma.
De acuerdo al reporte, la tendencia de valores de caudales registrados está asociada a la persistente escasez de precipitaciones ocurridas en la cuenca del río Paraná aportante a Yacyretá (del orden del millón de kilómetros cuadrados), donde se observaron anomalías negativas.
Entre enero-diciembre 2021, los valores de anomalía en la cuenca de aporte a Yacyretá, estuvieron en el rango entre -400/-800mm, concluye.
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