El Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia de Goya condenó a un joven a tres años de prisión en suspenso en un caso de abuso sexual con acceso carnal ocurrido en diciembre del 2019, cuando tanto él como la víctima eran menores de edad. Durante ese período, el violador deberá cumplir reglas de conducta para seguir en libertad.
Desde el Poder Judicial de la Provincia explicaron que la leve pena recibida por el violador se basa en el Régimen Penal de Minoridad, por lo tanto, el juzgado adecúa la responsabilidad penal dictada “a la normativa que rige para los menores de edad, de modo cumplir con los estándares mínimos establecidos en los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos incorporados a la Constitución Nacional”.
Como argumentación, la Justicia indicó que “los jóvenes se diferencian de los adultos en su desarrollo físico, psicológico y emocional. Esas diferencias constituyen la base de su menor culpabilidad y fundamentan la existencia de un sistema de justicia diferente para su protección. La justicia para personas de menor edad tiene como objetivo garantizar que la sanción tenga una relación justa y humanitaria entre la gravedad del delito que cometió, las circunstancias en que lo hizo, y las condiciones personales del joven”.
También, señalaron que “las garantías especiales de los jóvenes en conflicto con la ley penal no implican impunidad: sino que obligan a los magistrados a intentar la resocialización para impedir vuelvan a delinquir”.
Para seguir en libertad, el violador deberá cumplir mientras dure la pena las siguientes reglas: no acercarte a la víctima, hacer tratamiento psicológico, continuar sus estudios universitarios, trabajo comunitario, no asistir a lugar nocturnos después de la medianoche y leer material sobre perspectiva de género y nuevas masculinidades.