A la medianoche de este jueves se cumplen las 48 horas del paro de choferes de colectivos que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) realiza en casi todo el interior del país debido a un conflicto salarial. La medida de fuerza tuvo un acatamiento total en la ciudad de Corrientes, donde no circuló ninguna unidad desde el primer minuto del miércoles.
Si bien se había especulado con que el paro podría continuar el viernes, debido a que no hubo acuerdo entre el gremio, los empresarios y el Gobierno nacional, el secretario general de la UTA Corrientes, Alejandro Quintana confirmó a EL LIBERTADOR que “mañana hay servicio normal”.
De esta manera volverán a circular las unidades de las líneas urbanas e interurbanas, como el Corrientes-Chaco.
En este contexto, el viernes por la mañana habrá una nueva audiencia entre las partes involucradas en el Ministerio de Trabajo de la Nación, para intentar acercar posiciones. De no haber acuerdo, no se descarta que la próxima semana se realice un nuevo paro.
EL CONFLICTO
La medida de fuerza fue anunciada hace algunas semanas a través de un comunicado titulado «¿Quién es responsable del transporte de pasajeros del Interior del país».
«Transportamos 9.000.000 de usuarios diariamente y los trabajadores del Interior no podemos cobrar nuestro aumento salarial. Nos encontramos en medio de una disputa entre los gobiernos provinciales y el Estado nacional, sobre quien se hace cargo del acuerdo salarial», plantea al inicio el texto emitido por la UTA.
Por lo anterior y «habiéndose agotado la Conciliación Obligatoria», el sindicato declaró un «paro de transporte de pasajeros en el Interior del país por 48 horas, durante los días miércoles 12 y jueves 13 de octubre».
Además, la UTA planteó que «los gobernantes serán los responsables de los mismos, atento a la negativa a acordar salarios para los compañeros representados».
Para finalizar, el texto indica: «Hemos agotado todas las instancias de negociación en procura de la paz social, a fin de no perjudicar a los usuarios de nuestros servicios en el Interior del país, pero debemos luchar por los salarios de los trabajadores y por un aumento que es reconocido por los empresarios, pero los gobernantes desconocen, obligándonos a tomar las medidas».
Los choferes buscan cerrar el mismo acuerdo que lograron a fines de septiembre sus pares del Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba). Allí se establecieron incrementos salariales escalonados: para septiembre, se mantienen los 150 mil pesos que se habían logrado en la paritaria de abril, desde octubre sube a 165 mil pesos, en noviembre serán 180 mil pesos y en diciembre se llegarán a 200 mil pesos.
A eso se suma un pago no remunerativo de 40 mil pesos: 15 mil pesos se deben cobrar el 21 de octubre, otros 15 mil el 14 de diciembre, y los 10 mil pesos restantes el 12 de diciembre.
El salario básico arrancó este año a 100 mil pesos, por lo que terminaría con un incremento del 100 por ciento si se cumple la petición del gremio.
EL PROBLEMA DE LOS SUBSIDIOS
En este contexto, vale mencionar que actualmente el gobierno nacional tiene un acuerdo firmado con las provincias que vence el 31 de octubre que compromete 38 mil millones de pesos en subsidios al transporte para 2022, son 8 mil millones menos de lo que se había acordado en el Congreso para el Presupuesto de este año y que finalmente no se aprobó. A pesar de eso, los funcionarios del Ministerio de Transporte se comprometieron a garantizar ese monto.
Esos 8 mil millones faltantes deberían cubrir las necesidades de noviembre y diciembre, pero con el incremento que está solicitando la UTA, en línea con la inflación, los cálculos previos no cierran tampoco.
Como el transporte de pasajeros es un servicio regulado, las tarifas no aumentaron al mismo ritmo de la inflación, que empuja hacia arriba los costos de mantenimiento y salarios.
A eso se agrega la diferencia notable en el reparto de subsidios entre el Amba y el resto del país, que recibe mucho menos. Esta disparidad viene de hace años, pero desde la pandemia a este tiempo ha puesto en pie de guerra a los gobernadores de todos los signos políticos, que reclaman un mayor aporte de Nación al sistema.
El incremento de la masa de subsidios en este rubro fue uno de los puntos del pliego escrito que la Liga de Gobernadores le envió al jefe de gabinete Juan Manzur en las horas previas al ingreso del proyecto de Presupuesto 2023 al Congreso.
Sin embargo en el Ministerio de Economía la idea sobre qué hacer con las partidas de subsidios en 2023 va en otro sentido. En el proyecto de presupuesto figura una cifra 50% mayor que la prevista para este año, pero la inflación prevista en el propio presupuesto es 60%. O sea que ya hay 10 puntos menos de entrada sobre el cálculo oficial. Además, pocos creen que sea realista al estimación de una inflación de 60%. Todas las expectativas para el año próximo la ubican muy por encima.