En Paso de los Libres continúa la polémica por la «tasa turística», un impuesto de 1.500 pesos a los viajeros que pasaban por la localidad por hacer uso de los servicios municipales.
Como se informó en la edición de ayer de EL LIBERTADOR, los turistas que pasaron los primeros días del año por Libres camino a Brasil se encontraron con una carpa antes de subir al puente internacional que cobraba una «tasa turística».
Se trataba de un impuesto de 1.500 pesos por vehículo bajo la argumentación de que estas personas utilizan los servicios municipales, lo que generó malestar entre quienes debían abonarlo.
Tras la polémica, el Municipio decidió suspender la ordenanza que se encontraba vigente desde el 1 de enero. La medida había sido aprobada por el Concejo Deliberante local el pasado 13 de diciembre.
Al respecto, la concejal libreña por la Unión Cívica Radical (UCR), Ana Miño, en diálogo con el medio Radio Continental, consideró que la medida es «inconstitucional desde cualquier punto de vista». Según Miño, el principal problema radica en que el cobro se realizaría sobre una ruta nacional, lo que, según la concejal, excede las facultades de la Municipalidad.
«Nosotros votamos en contra porque no estaba claro ni el lugar en el que se iba a cobrar ni a qué se destinarían esos fondos», expresó la Concejal, y agregó que «la Ruta Nacional N° 14 no es un camino municipal, y no puede cobrarse allí sin tener una justificación adecuada». Además, Miño cuestionó la falta de transparencia sobre el manejo de los ingresos que se obtendrán con esta tasa: «No sabemos cómo se van a recaudar los fondos, si será en efectivo, si se entregarán recibos o si se realizará alguna transferencia. Nadie nos dio respuestas claras», denunció.
La Concejal también se refirió a las condiciones de la infraestructura en Paso de los Libres, destacando que la ruta 14 se encuentra en un estado deplorable. «La ruta está destruida, con enormes baches que prácticamente representan cráteres. Es una vergüenza que los turistas tengan que ingresar a la ciudad por un camino en tan mal estado», afirmó Miño, señalando que esto afecta tanto a la imagen de la ciudad como a la experiencia de los viajeros.
Miño cuestionó la lógica de cobrar una tasa en estas condiciones, especialmente cuando el Municipio no ofrece servicios evidentes a los turistas que pasen por allí. «No hay ningún servicio adicional por el que se justifique el cobro. Cobrarles a los turistas simplemente por pasar no tiene mucho sentido. Deberíamos incentivar su ingreso, no ponerles más obstáculos», indicó.
.