El Vicegobernador expresó la necesidad de una adecuación provincial a la normativa de lucha contra la venta de drogas y subrayó la urgencia de penas contundentes, al tiempo que reflexionó sobre las implicancias sociales del consumo.
20-CONTRATAPA-5El vicegobernador, Pedro Braillard Poccard fue consultado por EL LIBERTADOR sobre la actividad legislativa en la Cámara de Senadores y el temario importante que aguarda en un año electoral.
«No está en nuestros planes resentir la actividad legislativa. Hay mucho para hacer y aunque reconocemos que el calendario eleccionario puede jugar en contra, sabemos que hay cuestiones que están esperando a ser tratadas, como la Ley de Narcomenudeo en Corrientes», aseguró.
En este sentido, el Presidente de la Cámara alta explicó los alcances de la normativa: «Reglamenta la colaboración que tenemos entre las fuerzas provinciales y nacionales en materia de narcotráfico. Se trata de una ley que le da más formalidad a esa cooperación entre jurisdicciones ante un flagelo que perjudica a toda la sociedad, en especial a los más jóvenes y sus familias. No se puede tener medias tintas en algo que azota especialmente a nuestros jovenes».
El delito de narcomenudeo es aquel entendido como, la tenencia de pequeñas cantidades de estupefacientes que se comercializa bajo un esquema más rudimentario que el comúnmente conocido en el delito de narcotráfico a gran escala. Esto debido a que tiende a ser comercializado mediante la modalidad de «delivery», o bien en lugares que además de funcionar como puntos de venta, comúnmente son el propio domicilio del vendedor.
Por su parte, estas mismas características del delito, lo posicionan como una actividad bastante «común» dentro de la criminalidad, dado que no requiere de un sistema sofisticado para ser practicado.
En tal sentido, si bien el narcomenudeo nace del propio delito de narcotráfico, a razón de que el producto comercializado no es producido por el pequeño vendedor, sino más bien revendido, para incurrir en el primero no se requiere de una gran inversión de dinero, producción u ocultamiento del material, ni tampoco recurrir a personas que se encarguen del lavado de dinero producido, como sí ocurre en el segundo. Esto es lo que a su vez genera que un gran número de personas lo practiquen.