La picada, el preludio de los asados o de una cena con amigos está en peligro debido a la escasez de insumos básicos importados que los fabricantes necesitan para producir chorizos y salamines.
“Las fábricas están con desabastecimiento” y esto “está causando un colapso operativo del sector”, advirtieron representantes de la Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Afines (Caicha) en un comunicado.
Martín de Gyldenfeldt, representante de la entidad brindó detalles de la compleja situación: “El problema más serio es que lo que se pudo importar no se puede abonar, no se puede acceder al Mercado Único Libre de Cambio para pagar esa importación, con lo cual estamos teniendo graves problemas con los proveedores del exterior y las fábricas tienen desabastecimiento de esos insumos”.
La situación del sector se conoció por un comunicado de Caicha publicado el viernes, en el que afirman que “las dificultades para abastecerse de insumos del exterior ha llegado a un límite tal que está causando un colapso operativo del sector”.
“Son varios los insumos: aditivos, ingredientes y tripas. Texturizado de soja, aislado de soja, aditivos como las carrageninas, los nitratos, la pepsina para la faena, las tripas donde se embuten, tripas plásticas, celulógicas, colágenas, cloruro de potasio y carne de cerdo en polvo, entre otros. Casi toda la industria de chacinados trabaja en forma de embutido. Esos insumos no se producen en el país, por lo tanto, siempre tuvimos que importarlos”, señaló el gerente de Caicha.
Entre los aditivos que no están entrando al país hay ingredientes que se utilizan para varias funciones en la fabricación de chorizos y salamines. Desde el sector detallaron que algunos sirven para dar más vida útil al producto, como por ejemplo los fosfatos, también se detuvo la importación de los nitritos y nitratos que aseguran el producto para que no afecte a la salud, entre otros.
Desde la cámara que nuclea a más de 65 Pymes, aseguraron que se vieron obligados a cortar líneas de producción de embutidos cocidos, secos y fresco. La situación -advirtieron- pone en riesgo el empleo de miles de trabajadores del sector y también de otras actividades vinculadas, desde las frigoríficos faenadores hasta los transportistas y distribuidores.
El representante de Caicha profundizó sobre el desencadenante: “Hay muchas empresas que trajeron, por ejemplo, carne de Brasil, desde el mes de enero, que todavía no las han podido pagar. Siempre sale alguna excusa cuando vos te dirigís al banco para pagar la obligación a la exportación y te dicen que hay un error o una inconsistencia. En definitiva, no se están pudiendo honrar los compromisos debido a esta actitud del banco”.
De acuerdo al comunicado oficial del sector, en las últimas semanas el gobierno impuso nuevas trabas para evitar la salida legítima de divisas para el pago de compromisos con proveedores del exterior. “Si bien ha habido aprobaciones de SIRAS (permisos de importación) a lo largo del año, la realidad es que hoy a la hora de tener que girar divisas al exterior, el acceso al Mercado Único Libre de Cambio se ha vuelto una quimera”, aclararon.
Dentro del sector privado son varios los rubros que están a la espera de lo que pueda ocurrir en el balotaje del 19 de noviembre y el rumbo económico que pueda tomar el país, de acuerdo a quién tome las riendas, no obstante, el representante de Caicha afirmó que “debemos encontrar otras formas de manejar el dólar porque la importación está cada vez más complicada”.
El de los chacinados es un sector que “el futuro lo tiene puesto en las exportaciones y un jamón crudo español es más barato en otro país, o sea compite con nosotros y nos gana con los precios. Por eso es que necesitamos unificar los dólares”, sostuvo Gyldenfeldt, aunque luego aclaró: “Pero esto no lo vinculo a la política sino a una cuestión comercial”.
Fuente: cronica.com.ar