Por Fabián Bosoer
Peronismo de ayer, de hoy… ¿Y de siempre? ¿Se encuentra el peronismo camino a una catástrofe electoral, como lo anticipan algunas encuestas y observan connotados analistas? ¿O será que está dejando de ser el factor ordenador de la política nacional dando lugar a otro tipo de alternancia?
La historia del peronismo es una cantera inagotable y de múltiples accesos. Según por dónde entremos, encontraremos distintos andariveles y lecturas, que podrán reafirmar, rebatir, problematizar o enriquecer lo que ya sabemos, o creemos saber, sobre el mismo.
A la hora de fijarnos en las fechas, acontecimientos, temáticas y personajes que lo identifican recurrimos a las fuentes académicas, los archivos periodísticos, los documentos que fueron conformando un voluminoso capital historiográfico. Los hechos que marcaron sus trayectorias y las narrativas, con sus leyendas y relatos, que lo inscribieron en una determinada matriz interpretativa.
Discernir los hechos de las leyendas, los sucesos de sus lecturas hermenéuticas no es tarea sencilla pero resulta necesario para una comprensión del fenómeno político que signó el siglo XX en nuestro país y sigue trazando las coordenadas de la política nacional.
El Diccionario Histórico del Peronismo (Eduntref, 2023), obra de Samuel Amaral y Carolina Barry (https://eduntref.com.ar/diccionario-historico-del-peronismo.html) nos ofrece esa multiplicidad de accesos. Se trata de un proyecto ambicioso y de largo aliento coordinado por dos de los más reconocidos estudiosos de la temática, que han venido trabajando durante más de diez años para dar a luz esta obra en formato e-book.
El libro toma como fechas y acontecimientos demarcatorios el 4 de junio de 1943 y el 16 de septiembre de 1955, dos golpes de Estado que se autopercibieron como revoluciones restauradoras de un orden perdido o amenazado. En ese lapso de doce años se fragua un movimiento político y social de masas, disruptivo y novedoso, que tendrá como factor aglutinante y centro de gravitación la figura y el liderazgo de Perón.
El Diccionario cuenta con entradas sobre líderes, políticas, instituciones, eventos, organizaciones, dirigentes significativos durante el peronismo, pero también temas de época como el folklore, el lunfardo, el tango, el fútbol, la arquitectura, el cine, al arte abstracto, el ámbito artístico y deportivo.
Incluye así entradas sobre figuras como Niní Marshall, Zully Moreno, Luis Sandrini, Tita Merello y Libertad Lamarque, y referencias a la tenista Mary Terán de Weiss, Juan Manuel Fangio, Delfo Cabrera y José Gatica, entre otros. Además, el Partido Peronista, el Partido Peronista Femenino, la CGT, las elecciones nacionales, las provinciales y las territoriales, la provincia Eva Perón, la provincia Presidente Perón, las distintas definiciones de peronismo y de justicialismo. A su vez, incluye a opositores al peronismo, como Arturo Frondizi, Ricardo Balbín, Ernesto Sammartino, Reynaldo Pastor y el Bloque de los 44.
La variedad de autores, el amplio abanico de temáticas y la cuidada edición lo convierten, además de una obra académica de gran utilidad para investigaciones en curso y futuras, en un material de consulta para cualquier persona interesada en ese período histórico.
Este trabajo colectivo que recorre el «corpus» del primer peronismo deja expuesto su carácter variopinto y multiforme, como los cristales de un caleidoscopio que adquieren distintas formas según cómo movamos y cuándo detengamos el artefacto.
Desde el Partido Laborista que sirvió de plataforma para la candidatura presidencial del «coronel de los trabajadores» en 1946, al Partido Único de la Revolución Nacional, como se llamó luego de su llegada al gobierno, y el Partido Peronista, que se crea recién en enero de 1947.
Así cabe recordar que Perón se refirió por primera vez a «nuestro movimiento» en el acto de proclamación de su candidatura en febrero del 46, y a sí mismo como «jefe del movimiento» el 23 de mayo de ese año, cuando ordenó la disolución de las fuerzas políticas que lo llevaron a la presidencia en febrero. Recién en 1948/49 empezó a hablarse de «movimiento nacional justicialista», al que su conductor definió en 1954 como «la interpretación más exacta de las aspiraciones de nuestro pueblo» trascendiendo sus expresiones partidarias.
El propio anti-peronismo que lo desplaza en 1955 encuentra como una de sus vertientes principales a los militares que lo acompañaron en su ascenso al poder en el ’43, con el común denominador de su aversión a la democracia liberal y la «amenaza comunista».
Líneas difusas entre continuidades y cambios que le darán al peronismo una notable persistencia en el devenir de nuestra historia hasta nuestros días. Aún con todo lo incierto que aparece su destino actual, de cara a las elecciones de este año, que pueden marcar también un fin de ciclo, luego de veinte años de gobiernos peronistas-kirchneristas, sólo interrumpidos por el paréntesis 2015-2019.
¿Se encuentra el peronismo camino a una catástrofe electoral, como lo anticipan algunas encuestas y observan connotados analistas? ¿O será acaso que peronismo/no peronismo está dejando de ser el factor ordenador de la política nacional dando lugar a otro tipo de alternancia? La historia siempre ilustra, aunque no prescribe…
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