La jerarquía institucional del recambio de media cámara la dio la presencia del mandatario provincial y cuatro ex gobernadores. El Presidente fue reelecto por unanimidad, y también hubo aval general para el radical Héctor López, como vice 1°. En la Vicepresidencia segunda se generaron algunos chispazos. El peronismo reclamó se respete la representación del tercio de la sociedad, a través del reconocimiento conforme a las prácticas parlamentarias. No lo logró, aunque el dato relevante es que, contrariamente a lo ocurrido en el Senado, se dio cabida a la mujer entre los tres sitiales. Dos legisladoras pugnaron por el cargo de la Vice 2ª. Any Pereyra se impuso por 22 votos contra 8 de la oposición, que sostuvo a Aída Díaz, perteneciente a un nuevo bloque de dos legisladores llamado Nuevo País. Gustavo Valdés fue quien inclinó la balanza, en el oficialismo, a favor de la Diputada liberal, que no contaba con consenso entre sus pares. En la gatera quedaron las aspiraciones de Alba Rotela y de María Eugenia Mancini, que apuntaba a su reelección. Para los entendidos, «un nuevo mensaje» del Gobernador a su predecesor que se suma a otras inequívocas demostraciones de que está dispuesto a mostrar quién manda en el tiempo que se inicia.
03-POLITICA-1La Cámara baja procedió a formalizar el ingreso de los 15 legisladores electos el pasado 29 de agosto. Se eligieron, a la vez, las autoridades del recinto. Hubo una votación en la que ECO hizo pesar sus números, logrando instalar a Ana María Pereyra. La oposición había mocionado a Aída Díaz. Y se les hizo saber, a radicales y aliados, que los representantes del Frente de Todos ingresaron por el acompañamiento de «cerca de un tercio de la sociedad», lo que ameritaba representatividad en la mesa directiva de Diputados.
Las mujeres dan qué hablar en la nueva Legislatura. El pasado martes 30 de noviembre, la nota la dio la falta de representatividad femenina en la cúpula del Senado, algo remarcado por la legisladora peronista, Carolina Martínez Llano; también lo hizo la senadora oficialista, Alejandra Seward, quien recurrió a las redes sociales para despotricar contra su bancada. (ver recuadro aparte).
Ayer, la historia involucró a dos mujeres, y también por la conformación de la cúpula, que en este caso sí logró instalar un cupo femenino.
La discusión pasó por otro lado. La renovada puja entre gustavistas y ricardistas que resistían a Pereyra, quien tiempo atrás pidió, sin medias tintas, la jubilación del ex hombre fuerte del oficialismo. Aun con este precedente, la liberal logró su reelección, y hasta ser cabeza de lista, a lo que ayer sumó su coronación como Vice segunda. Nominación que no surgió del consenso entre sus pares, sino de la mano de Valdés, quien mostró que está dispuesto a ejercer el poder en el tiempo que se viene, donde cada vez logra mayor protagonismo a escala nacional, aunque pareciera no animarse, por ahora, a hacer bailar su propio trompo en la irresuelta pelea por la titularidad del Comité Nacional de la UCR.
A pesar de algunos escarceos, Valdés habría vuelto sobre sus pasos defraudando a la nueva camada que dentro del radicalismo apunta a la renovación de cuadros. Aunque, posiblemente, en el ituzaingueño está en la mira el llamado plan B, que supone insertarse en la fórmula presidencial de 2023.
Retomando la jura de los nuevos legisladores electos en las elecciones del 29 de agosto, fueron 12 de ECO y 3 del Frente de Todos (ver Contratapa). Y tras el acto formal, se procedió a la elección de autoridades. Fue allí donde se encendió la mecha.
Como se dijo ut supra, esta vez también la controversia tuvo aroma de mujer, pero no por falta de presencia, sino por la necesidad (considerada y remarcada por el PJ) de contar con una referente representativa del espectro opositor.
En principio, se ratificó por unanimidad la continuidad de Pedro Cassani al frente del recinto. El consenso general también se dio para el vicepresidente 1°, Héctor López, del radicalismo. Sin embargo, el cruce se plasmó para la Vicepresidencia 2ª.
La nueva conformación del cuerpo parlamentario eligió -como se dijo- a la liberal, Any Pereyra, quien obtuvo 22 votos, contra 8 de la oposición, que nominó a Aída Díaz.
Fue el diputado del Frente de Todos, Talero Podestá quien señaló que «por expreso mandato del espacio político, para consolidar el rol de la mujer en la mesa de conducción de este honorable cuerpo y por la experiencia, así como capacidad de trabajo voy proponer a la compañera Angélica Aida Díaz como vicepresidente 2ª».
El justicialista, César Acevedo remarcó el acompañamiento «al oficialismo, a quien nos va a conducir nuevamente por dos años en la Presidencia (por Pedro Cassani) que lo ha hecho y ha demostrado con su capacidad de diálogo y la búsqueda de consenso permanente con los distintos sectores». Pero aprovechó para referir a la necesidad de otorgar un lugar en la mesa directiva a Díaz, recordando que «cerca de un tercio de la sociedad ha elegido algo distinto». Luego se hizo la votación, en la que la representante del Frente de Todos obtuvo 8 votos.
En definitiva, terminó en manos del oficialismo, bajo la figura de Any Pereyra, una integrante de ECO resistida por propios y extraños. Desde el peronismo le achacan su ambivalente andar, recordando los opositores su rol como Vice municipal de Fabián Ríos, así como su ingreso a la Legislatura, donde cruzó el Rubicón a mitad de su mandato hacia el oficialismo. Estas maniobras generan dudas subrepticias hasta en el radicalismo. Aun así, fue Valdés quien apostó por ella, desplazando a una ricardista que refichó dentro de la alianza oficialista y juró ayer, la esquinense María Eugenia Mancini.
Sin pelos en la lengua
La referente ricardista en el Senado, Alejandra Seward puso de manifiesto la contradicción de las mujeres radicales por la elección del Vice 1°. Una histórica de la UCR, Graciela Rodríguez quedó postergada por la decisión de sus pares. La legisladora radical despotricó por no valorarse el lugar de las mujeres, en el mismo sentido que en el recinto lo manifestó Carolina Martínez Llano, quien se cuidó de dejar a salvo el nombre de su par, Víctor Giraud, a quien terminó votando con el resto del bloque. El reclamo apuntó a que el peronismo no era coherente con su discurso y sus propias normas respecto a la paridad, un tema que en el Senado no logra destrabarse ni de parte del oficialismo, ni de la oposición.
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