Vale aquello de que son importantes los votos que se tienen, pero más los que faltan.
El diablo metió la cola y la interna del peronismo se notó en toda su intensidad. Fue otra de las elecciones que se polarizó y municipalizó.
El cómputo favoreció, por estrechísimo margen, al Jefe comunal, quien contó con la fuerte estructura del Gobierno provincial, de los 31 partidos que conforman Encuentro por Corrientes.
El efecto Valdés se hizo sentir, a lo que contribuyó que un candidato de origen peronista, «Chelo» Galfrascoli, motorizado paradójicamente por los intendentes justicialistas de Mercedes y Santa Lucía, fue funcional a la continuidad del intendente Castellanos, uno de los baluartes de «Perucho» Cassani, quien revalidó con ELI el carácter de tercera fuerza provincial, muy cerca del PJ. Antonella Ledesma Lesieux, joven profesional de 26 años, estuvo a punto de alzarse con una victoria que no se dio.
Aun así, el 47 por ciento obtenido es todo un logro para el peronismo en medio de la debacle provincial. Con estos resultados, el justicialismo demostró ser la principal fuerza política de Perugorría triplicando a la UCR y superando claramente a ELI.
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