Desde la semana pasada, el cine regional se enorgullece de que una película de producción local está disponible en la plataforma Netflix. Se trata de «Las mil y una», film dirigido por Clarisa Navas y rodado íntegramente en los monoblocks del barrio homónimo de la Capital. La filmación tiene, además, el mérito de haber pasado por festivales internacionales el año pasado, y estuvo disponible en la plataforma nacional Cine.Ar.
Pero no todo son aplausos. Un insólito reclamo vino de la mano de los propios vecinos del barrio en el que grabaron las escenas. A través de un petitorio en la plataforma Change, un grupo de personas que reside en ese sector de la Capital, comenzó a juntar firmas para que se cambie el nombre a la película.
De hecho, el petitorio, que hasta el cierre de esa edición contaba con 51 firmas, se llama «Cambien el nombre de la película Las mil y una». Y según figura en la página, lo lanzó un vecino identificado como Alberto Rivero, que habla en representación de los habitantes del lugar y está dirigido a «sacar de circulación la película».
El argumento es el siguiente: «Esta película deja muy mal visto al barrio 1.000 Viviendas donde se filmó, los vecinos nos sentimos difamados y discriminados por el contenido de este audiovisual».
Polémica: piden que se le cambie el nombre a la primera película correntina en Netflix
