La bajante del río Paraná provocó una disminución de la generación eléctrica de la estratégica represa de Yacyretá, lo que obliga a importar más gasoil y provocó un aumento del 50% por ciento en el gasto público en subsidios.
La central hidroeléctrica funciona a menos de un tercio de su capacidad instalada, lo que provoca que el Estado deba importar más combustibles para compensar la reducción.
El menor caudal del afluente, que en junio estuvo en su nivel más bajo desde 1944, provoca que la represa genere este año menos electricidad que en 2020, 50% por debajo de su promedio histórico, según datos oficiales.
En la última semana de junio, cuando se registraron días de frío polar, la central aportó 19,6 GWH/día, lo cual implicó una reducción interanual del 41,5%.
Este año, el conflicto gremial en el yacimiento de Vaca Muerta en abril, que provocó la disminución en la producción de gas, y los días de frío polar a fines de junio, dispararon un alza del consumo eléctrico con relación al invierno anterior.
La incorporación del segundo buque regasificador realizada este año en el puerto de Bahía Blanca, permitió incrementar las importaciones de gas y abastecer la demanda en los últimos meses.
El aumento en importaciones de gas y gasoil, y el congelamiento de tarifas que impide reducir subsidios, está teniendo un impacto directo sobre las cuentas del Tesoro.
El Ministerio de Economía informó que en junio se destinaron casi $100.000 millones a subsidios a la energía, más del doble que el mismo mes del 2020, cuando había sido $48.685 millones.
En el primer semestre los subsidios eléctricos fueron de $347.909 millones, lo que implica una aumento del 65% con relación al mismo período de 2020.
Según el Indec, las importaciones de combustibles y lubricantes crecieron 210,6% en junio, de US$ 245 millones a US$ 761 millones, exigiendo las reservas del Banco Central.
Entre enero y junio últimos, el aumento de importaciones pasó de US$ 1.432 millones a US$ 2.281 millones, lo que implica una suba de 59,3%.
La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) está construyendo una nueva represa, a 15 kilómetros de la principal, sobre el brazo de Aña Cuá, que permitirá ampliar la capacidad de generación entre un 9% y 20%, según el nivel de agua, dentro de cuatro años, cuando está previsto que se complete la construcción.
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Foto EBY