En la ciudad de Corrientes prácticamente desaparecieron las pizzas que se vendan a menos de 1.000 pesos en los comercios gastronómicos. Algunas variedades ya superan los 3.000 pesos en algunos establecimientos.
La pizza siempre fue la opción más económica y práctica para comida compartida, ya sea en pareja, familia o con amigos, tanto para pedirla por delivery o en una salida a un restaurante.
Actualmente, sigue siendo la opción más barata, pero, es cada vez menos accesible para los sectores de menos ingresos que no se ven beneficiados por las actualizaciones salariales que tienen los trabajadores estatales o de algunas áreas del sector privado registrado, que logran emparejar sus salarios con la inflación.
A través de un relevamiento realizado en los principales locales gastronómicos ubicados dentro de las cuatro avenidas, EL LIBERTADOR identificó que uno solo de ellos ofrece una de sus pizzas grandes (de ocho porciones) a un precio que no llega a las cuatro cifras: la mozzarella, tradicionalmente la variedad más barata en cualquier carta, cuesta 850 pesos.
Vale destacar que el local mencionado siempre se caracterizó por ofrecer sus pizzas a precios accesibles y para ello abaratan costos con distintos métodos como por ejemplo no utilizando aceitunas y limitando la cantidad de queso, brindando la posibilidad de pedir queso extra por un valor adicional.
Después, fue imposible para este medio encontrar una pizza de ocho porciones que cueste menos de 1.000 pesos.
Retomando la opción más económica, la mozzarella, los precios varían entre los 1.200 y los 2.000 pesos, dependiendo del lugar.
Otras de las variedades más pedidas, como la napolitana, la fugazzeta y la calabresa, cuestan entre 1.300 y 2.800 pesos en la mayoría de los casos.
Luego están los sabores «gourmet» que normalmente suelen incluir trozos de algún tipo de carne, fiambre cotizado o variedades de quesos poco comunes. Para estas opciones, los valores pueden superar ampliamente los 3.000 pesos e inclusive llegar hasta los 3.500.
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