En los últimos meses, el contexto económico del país se vio envuelto en un torbellino de cambios con la devaluación del peso. Ante esta situación, los distintos rubros se vieron afectados en su rentabilidad.
Desde el sector frutihortícola, no ajenos a esta realidad, dieron a conocer cómo se van reinventando para sostener la clientela, sabiendo de los elevados costos que manejan, día a día, para su comercialización.
«Quizás uno antes estaba sentado en el mercado y esperaba que venga el comprador, hoy se sale a buscar en todas las plataformas digitales, algo que antes no se hacía», relató Marcos Danuzzo, referente de la Cámara Argentina de la Actividad Frutihortícola (Caaf).
De esta manera, enfatizó sobre la movilidad actual en el mercado de concentración. «Adentro, no son una sola persona, son varios puestos, empresas y productores. Hay que intentar de conquistar y sostener al cliente a veces con más servicios», dijo, y agregó que «en la cadena alimenticia éramos los más precarios, y hoy cualquier persona tiene acceso a distintas plataformas digitales. Hoy cualquier persona que está en el mercado maneja un teléfono».
En este sentido, el referente detalló incluso que «hoy el mal llamado changarín es socio de la cooperativa, antiguamente solamente hacía fuerza, hoy se convirtieron también en vendedores, buscan cuidar la camiseta, cada persona, de cada sector».
VALORES E IMPORTES
Por otra parte, Danuzzo expuso las consecuencias en el sector frutihortícola con los elevados costos en las frutas y verduras.
«La problemática es para todos los sectores en la Argentina en nuestro rubro porque el mayor impacto que tenemos es el factor climático que no se lo entiende, no hay pronóstico que vos puedas decir ‘voy a sembrar la semana que viene’, mirás en una página de clima, resulta que cuando preparás todo, sembraste y se larga a llover. No hay manera de luchar contra el clima», especificó.
Asimismo, continúo: «Después tenés todos los derivados de cada política económica, en este caso muchos insumos son de moneda extranjera, semillas, plástico, y derivados del petróleo. En todos los estados que van atravesando los alimentos nuestros corre con inflación».
En consiguiente, concluyó que «vos no podes sacar un costo hasta el día que terminás de hacer toda la rueda porque vos no sabés cuánto puede estar el flete mañana. Veníamos medio tranquilos, y en estos últimos meses se nos va escapando, nosotros vamos arriba de una tortuga y los precios arriba de una liebre».
.