GOYA. Un grupo de estudiantes del colegio Secundario Juan Eusebio Torrent, de los cursos de 5º año A y B, en los últimos días salieron a las calles a fin de observar las infracciones cometidas por conductores y establecer una manera de colaboración en operativos con los agentes de la Dirección municipal de Tránsito, acompañados por el perito en accidentología y licenciado Alejandro Stortti.
Los jóvenes se apostaron junto a los inspectores municipales en los lugares de mayor circulación, como lo son la plaza Mitre y la Costanera, donde solicitaron la documentación de los vehículos, recomendaron la utilización del casco a los motociclistas, el uso del cinturón de seguridad, que no se use dispositivos de comunicación móviles, los celulares, que se respete la cantidad de ocupantes de los vehículos, entre otros aspectos que efectuaron, sumándose así a la Campaña de Acta Preventiva, que requiere del compromiso de todos.
Alejandro Stortti, sobre esta iniciativa mencionó que fue «una tarea fructífera por parte de los estudiantes; sirvió para que entendieran el trabajo, la función de los inspectores de tránsito, que muchas veces es cuestionada sin comprender la acción de estar para controlar y cuidar la vida de los conductores mismos».
INSPECTORES POR UN DÍA
Stortti señaló que «esto es parte del proyecto de Educación para la Seguridad Vial. Una de las actividades está referida a esta acción, de ser «inspectores por un día», incluido en el Concurso de Educación Vial, que este año volveremos a editar. Los alumnos se encargaron de labrar actas preventivas, es decir, no punibles o con sanciones, y los inspectores realizaron la tarea de informar sobre las disposiciones vigentes, haciendo notar que en la próxima, de incumplir las normativas, será pasible de la sanción fijada para esos casos».
Asimismo, el especialista explicó que «las actas preventivas se mandaron a imprimir y serán labradas por los inspectores en este período» y reiteró que «en caso de volver a incumplir, serán pasibles de las sanciones correspondientes».
El funcionario afirmó: «El trabajo de educación vial es un proceso de larga data, donde no sólo se debe comprender a los niños, jóvenes, sino a los padres, porque cuando van a buscar a sus hijos lo hacen sin el casco, se exceden en la cantidad de pasajeros, de allí la necesidad de buscar la participación de todos los sectores, se requiere compromiso y acciones colectivas».
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