A través de una ordenanza municipal, los distintos carritos gastronómicos de la Costanera Norte fueron reubicados, en su mayoría, en un paseo a cielo abierto en la zona del puente General Belgrano.
Días atrás comerciantes comenzaron su acomodamiento para iniciar a pleno su atención este fin de semana. Alrededor de 14 locales comenzarán a lucir sus puertas abiertas ofreciendo variedades de gastronomía para el disfrute de los vecinos y turistas en la Costanera Sur.
EL LIBERTADOR diálogo con varios puesteros que resaltaron sus puntos de vistas en cuanto a su adaptación y sobre la comercialización en los nuevos lugares.
«Recién nos estamos adaptando, estamos esperando que a los clientes también le guste. Esto es nuevo para nosotros», sostuvo la vendedora del local Chipá Mbocá El Correntino. A lo que agregó: «Acá estamos un poquito juntos (por los puestos), se va a notar un poco más la competencia entre precio y precio. Pero es cuestión de que se acostumbren los clientes también, y que nos vengan a visitar».
Según señaló, la mayoría de los comerciantes concretaron recientemente su traslado, y consigo reforzaron la seguridad de los puestos ante posibles hechos de inseguridad. «Como verás hay algunos carritos que están cerrados, estamos poniendo mucha seguridad, por eso está costando», dijo.
Por su parte, Héctor Román Camaño, comerciante del puesto Chiky, relató que «nosotros estábamos en Lavalle y Costanera hace 20 años, el cambio ahora es que no se vende como allá, pero creo que acá vamos a trabajar», y continuó con que «nos costó un poquito, pero estamos acá».
En este sentido, sostuvo que atenderán las 24 horas en el local. «Le digo a la gente que venga, y nos visiten acá, a todos los compañeros», invitó para finalizar.
Precios económicos
y con variedades para el disfrute
El nuevo paseo gastronómico a cielo abierto ubicado debajo del puente ofrece variedades para el disfrute de los vecinos y turistas.
Comerciantes señalaron que presentan cartillas a precios accesibles: «Acá estamos ofreciendo el chipá relleno, con jamón y queso, con salame, el tradicional de la Costanera. También estamos ofreciendo gaseosas, agua caliente y galletitas», contaron desde el local Chipá Mbocá El Correntino. En su caso, el chipá relleno ronda los 1.000 pesos, ha igual que una gaseosa de envase chico.
Por su parte, desde el puesto Chiky anticiparon que «nosotros tenemos precios accesibles, no es caro lo que nosotros vendemos». En su lista de precios, un pancho ronda los 1.500 pesos, y una hamburguesa 3.000 pesos.
Una necesidad, y solicitud
en común: baños
Pese a la buena disposición de los puesteros a instalarse en el nuevo paseo gastronómico, los mismos resaltaron una necesidad y solicitud en común para el espacio compartido que es la colocación de un baño.
«Acá lo que nosotros estamos reclamando, lo más urgente, es un baño que nos tienen que hacer, tenemos el de la playa, pero está muy lejos», explicó una vendedora.
De la misma manera, otro comerciante que se mudó a los flamantes puestos dijo: «Acá lo que nosotros le pedimos, la primera medida, es que nos pongan baño, lo principal que nos tienen que poner». Respecto al tema, detalló que «por ejemplo, cuando vienen los clientes que te compran un pancho, una hamburguesa, por ahí te preguntan ‘¿tenés baño?’, y nosotros le tenemos que decir que ‘no, no tenemos’. Sí o sí tienen que hacer un baño para nosotros y para la gente porque es una necesidad».
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