El billete cada vez tiene menos valor y los consumidores deben juntar varios para acceder a algún producto básico. En la actualidad, vale menos que un dólar, por lo que sólo se puede acceder a cinco caramelos o un kilo de papas, pero no se puede acceder a ningún paquete de fideos ni mucho menos de aceite o leche.
Con el tiempo, el billete de 100 pesos fue perdiendo su valor adquisitivo y ahora con él prácticamente se pueden acceder a productos mínimos y casi a ningún artículo de la canasta básica.
Con la inflación últimamente todo va cambiando de precio y va en escalada y eso se puede advertir tomando el ejemplo qué alcanza con 100 pesos, que si uno advierte hasta vale mucho menos que un dólar.
Si bien son muy utilizados por la gran cantidad de papel en circulación, lo cierto es que sirven si se juntan varios, pero por uno sólo es casi inservible.
A partir de un relevamiento de EL LIBERTADOR, se pudo tener en cuenta que alcanza: cinco caramelos, dos bananas, 2 kilos y medio de papa, 1 kilo de cebolla, medio kilo de tomate, una docena de mandarina.
Además sirve para un pasaje de colectivo, y medio del otro, un alfajor, poco menos de medio kilo de pan, 100 gramos de carne molida súper, poco más de 100 gramos de un corte de nalga.
Si esta nota se hacía un mes antes tal vez alcanzaba para un sachet de leche, de una marca más barata, menos de 100 gramos de queso.
Hasta acá un listado regular de lo que podría llegar a alcanzar, aunque son muchos más los productos básicos a los que no se pueden acceder: un paquete de fideo; aceite, azúcar, jabón en polvo, arroz.
En cuanto a las bebidas, todas, hasta en sus envases más pequeños, superan los 100 pesos tanto con o sin alcohol.
En caso de tener una mascota, tampoco serviría para la compra de un kilo de alimento balanceado, ni de la marca más desconocida.
Hay de sobra y nadie los quiere
En mayo de este año, en un diario porteño, se publicó una nota que tiene como título: La pesadilla de los billetes de 100 pesos: hay de sobra y nadie los quiere, pero se van a imprimir más. En su contenido se hacía referencia a que el Gobierno nacional anunciaba una nueva línea de billetes para homenajear a heroínas y héroes históricos, aunque en los bancos y las grandes empresas que manejan efectivo no hay lugar para épicas. Y tampoco hay lugar para más billetes de 100 pesos. «Hay en circulación 2.400 millones de esos papeles que valen menos de un dólar oficial y que nadie quiere: los consumidores, por su poder de compra cada vez más bajo, y los bancos, porque llenar un cajero con ellos es poco rendidor. Ya sea con la imagen de Julio Argentino Roca, Eva Perón o la taruca, desbordan los tesoros de bancos y transportadoras de caudales. Acumularlos es tan caro que el Banco Central y los bancos discuten por el costo de atesorarlos. Pese a todo esto, el Gobierno se prepara para imprimir muchos más», señalaba.
A lo que agregaba: «Desde hace mucho tiempo, el Banco Central dejó de aceptarle los billetes de 100 pesos a los bancos, más allá de que estén en buen estado o deteriorados. Las entidades financieras quieren sacárselos de encima y le piden al Bcra solamente los de 1.000 pesos, para atenuar el costo de transportarlos y abastecer su red de cajeros».
Para lo que alcanza
SIN SED. Todas las bebidas, hasta en sus envases más pequeños, salen más de 100 pesos, sólo se puede acceder a las cajitas de jugo por 200 ml.
PARA EL DESAYUNO. En cuanto a panificados, depende el local, entre 400 y 500 gramos de pan, y entre 2 o tres facturas, medio kilo de bizcochos.
SIN ASADO. En cuanto a cortes de carne vacuna, también dependiendo de la zona, 100 gramos de carne molida súper, poco más de 100 gr de un corte de nalga.
COMO VUELTO. En un kiosco se puede comprar 5 caramelos, un alfajor, un bombón o un chupetín.
SIN REGRESO. Con un billete de 100 se puede pagar un boleto de colectivo urbano, pero sin retorno.
FRUTAS Y VERDURAS. En una verdulería barrial se puede conseguir 2 bananas, 1 kilo de cebolla, o medio kilo de tomate.
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