Transcurre el quinto día de desesperada búsqueda de Nahuel Alegre (26), y Nicolás Álvarez (32), en el río Paraná sin resultados positivos, hasta el momento. Los dos pescadores eran parte de un grupo de cuatro, que salió de pesca en la mañana del sábado último, su embarcación naufragó y solo uno de ellos logró sobrevivir, nadó hasta un banco de arena y pudo pedir ayuda.
En la siesta del día siguiente al accidente náutico, el domingo 9, la Prefectura halló el cuerpo sin vida de Alejandro Hernán Vega (34), en tanto, por agua y aire se continuó el rastreo de los demás esquinenses desaparecidos.
La angustia y desesperación de los familiares y amigos, los llevó a realizar rituales asociados a la fe y el misticismo, creencias ancestrales para hallar a personas desaparecidas en los ríos. En Las redes sociales comenzaron a circular videos, en los que se puede ver pan y velas encendidas flotando en el agua, en la zona de búsqueda.
Arrojar pan en el lugar donde desapareció la persona y seguir el recorrido del mismo hasta que den vueltas, es uno de los rituales que se realizó en las últimas horas en el lugar, de acuerdo a radio del Guarán.
Asimismo, se invoca a San Antonio, uno de los santos más venerados en el mundo, que ayuda a encontrar las cosas perdidas.
El ritual de la vela, en tanto es una técnica ancestral que consiste en colocar una vela encendida en un plato y lanzarla al agua para encontrar a personas desaparecidas.
El procedimiento es colocar la vela encendida sobre un plato o base plástica, que pueda mantenerse a flote, hacer una oración y depositarlo en el agua; observar cómo la vela se mueve por la corriente. Cuando la vela se detiene y se apaga, ahí se debe buscar. Por otra parte, amigos y familiares piden que no se detenga el rastrillaje.