«Basta de que la única salida es Ezeiza. Acá hay una única salida y es estar en Argentina y ponerse a labural», fue el comentario en Twitter de Ariel Sdbar, CEO de Cocos, una app para invertir en dólares, acciones, Cedears, bonos y ONs.
Sus palabras fueron la mecha para una respuesta por parte de otro usuario de la red social que alentó la polémica: «Qué fácil es decirlo siendo CEO de un ALyC. No le resto mérito a tu progreso, pero la única inversión que puede haber en este país cuya confianza está aniquilada son capitales financieros temporales. Así que no, a la enorme mayoría de la gente: no esperen progresar acá. Ezeiza».
“A mí me podés decir lo que quieras pero si hay algo que no tuve es tenerla fácil”, comienza la publicación de Sbdar en la que cuenta su historia.
Ariel es experto en inversiones y finanzas. Es economista de la UTDT y trabajo varios años como Head of Strategy en el BIND(Banco Indsutrial) llevando adelante estrategias de la mesa de dinero.
“Nací en corrientes y a los 18 me dijeron que Dios atendía en la Capital así que con ayuda financiera de Di Tella y ayuda de mis viejos me metí en UTDT. Ni bien llegué, vivía en el depto con mi prima, no conocía a nadie en la ciudad, solo un tío Manu Sbdar, CRACK, me costó mucho hacer amigos y relaciones, de a poco fueron apareciendo, yo estudiaba TODO EL DÍA porque me costaba Di Tella pero le ponía mucho huevo”, contó.
“En 2012 me metí en el mundo startup laburando en finanzas en Restorando mientras estaba en la facu. Metí una beca para ir a Francia y hacer un master. En 2013 quería trabajar en tecnología, llame al CEO de una empresa de Tel Aviv y le dije que quería trabajar con el gratis, me contrato y me fui a Israel. En 2015 volví, Israel era complejo, mucha fricción con el idioma. Me metí en la mesa de Allaria donde aprendí lo poco que se de mercado. Después me fui a BMA y a BIND, donde me di cuenta que en 2019-2020 el mercado estaba viviendo una transformación fenomenal”, continuó.
“En 2020 no aguante más, quería ser protagonista de esta revolución, me asocié con Nico y Martín y arrancamos esta impresionante locura que se llama Cocos. ¿Fácil? Esto no fue fácil y menos mal que fue así, voy a seguir empujando hasta mis últimos días porque con esfuerzo y amor por lo que uno hace, no hay límites”, concluyó.