A diferencia del resto del mundo, que celebra a los animales el 4 de octubre, en Argentina, desde el año 1908, cada 29 de abril se festeja a los compañeros de cuatro patas. Una fecha propulsada por el abogado Ignacio Lucas Albarracín. ¿Quién fue este hombre y por qué es tan importante su legado?
El doctor Ignacio Albarracín fue nada más y nada menos que el propulsor de la Ley Nacional de Protección de Animales N° 2786, sancionada en 1891. En esta normativa, se estableció por primera vez en Argentina la obligatoriedad de brindar protección a los animales, de manera de impedir su maltrato y su caza. Albarracín, además, fue el fundador de la Sociedad Argentina Protectora de Animales.
Albarracín nació el 31 de julio de 1850 en Córdoba, pero su corazón y algunos documentos aseguran que fue en San Juan, provincia que adoptó por crianza y en la que se refugiaba (por razones políticas) su padre, el coronel Santiago Albarracín oriundo de la tierra del sol y reconocido militar destacado en las guerras civiles argentinas.
Ignacio fue jurisconsulto y abogado, pariente de Domingo Faustino Sarmiento con quien dio los primeros pasos en la defensa de los animales, cuestión que consideraban una lucha política. Tanto así que terminó en la fundación de la Sociedad Argentina Protectora de Animales (SAPA), en 1879. Allí fue el primer secretario y presidente desde 1885 —en reemplazo de Sarmiento— hasta su muerte.
Albarracín fue uno de los propulsores de la Ley Nº 2786 de Prohibición de Malos tratos a los Animales (conocida como «ley Sarmiento») aprobada el 25 de julio de 1891. Pidió que el Estado construyera hospitales veterinarios públicos y gratuitos, que el respeto animal sea parte de las currículas escolares y no como una materia sino que toda la educación tuviera perspectiva animalista y que una vez al año se hiciera una celebración en honor a ellos.
Siempre fue por más y siguiendo un único objetivo: darle derechos y respeto a los animales desde cada espacio. Tanto así que habló con el Arzobispo de Buenos Aires para pedirle que incentive a sus feligreses seguir, también, con esos objetivos.
CELEBRACIÓN A LOS ANIMALES
Desde 1908, cada 29 de abril se celebra en Argentina el Día del Animal. En el país esta fecha se celebró por primera vez el 2 de mayo de 1908 por iniciativa Albarracín, junto con el director del Jardín Zoológico, Clemente Onelli, quienes propusieron realizar en Buenos Aires una Fiesta del Animal. En principio, la celebración se organizó para el 29 de abril de 1908, sin embargo, ese día llovió y la fiesta tuvo que ser reprogramada, por esa única vez, para el 2 de mayo.
Albarracín participó de estas celebraciones hasta su fallecimiento que, casualmente, se produjo un 29 de abril de 1926 a causa de un paro cardíaco. Esta coincidencia de fechas ha dado lugar a algunas dudas o acepciones erradas respecto de la fecha en que se celebra el Día del Animal aquí en Argentina. Lo cierto es que el festejo llevaba alrededor de veinte años en ser celebrado antes del fallecimiento de Albarracín.
A nivel mundial, esta fecha es celebrada el 4 de octubre. Para esta celebración, escuelas, municipios y diferentes entidades y organizaciones realizan actos y festejos con el objetivo de generar conciencia sobre el cuidado y respeto que los animales merecen como seres vivos habitantes de este mundo. En Argentina, sin embargo, se festeja el 29 de abril, fecha establecida hace más de cien años y que, como se dijo, coincide con la muerte de Albarracín.
Actualmente, en Argentina, la Sociedad Protectora de Animales funciona como recepcionista de denuncias de maltrato animal, impulsa campañas de vacunación, fomenta un trato respetuoso para los animales, cuenta con atención veterinaria gratuita, etc., es decir, realiza una serie de actividades y cuenta con espacios destinados al mejoramiento y buena calidad de vida para los animales que nos rodean.
Fuentes: Infobae – Unidiversidad