El 27 de junio de 2001 se creó el Parque Nacional Mburucuyá. Este espacio cuenta con 17.600 hectáreas y 111 lagunas, más el Estero de Santa Lucía y una diversidad en la que se destacan el ciervo de los pantanos, carpinchos, zorros, tatu mulita y aguará guazú.
Según reseña Ramón «Topeka» Gonzalez, la donación de estas hectáreas a la Administración de Parques Nacionales se concretó el 27 de noviembre de 1991. Fue un gesto por parte de los dinamarquenses Troels Mendel Pedersen y su esposa Nina Sinding, cuya historia y árbol geneológica desentraña el historiador mbrucuyano.
Troels nació el 26 de septiembre de 1916 en la ciudad de Copenhague, en Dinamarca, hijo de Elise Petrea Nelly Sorensen y de Niels Peder Pedersen. Estas tierras ubicadas en la 3ra Sección del Departamento de Mburucuyá, fueron vendidas a Niels Peder Pedersen en el año 1928, quien era dueño de varios negocios en Europa, pero quería invertir en Sudamérica, mas presisamente en la Argentina.
En enero de 1946, el abogado Troels Mendel Pedersen y su esposa Nina Sinding llegaron para hacerse cargo de los campos de su padre Peder Pedersen, un total 17.680 hectáreas. Al año siguiente, se construyó el casco de estancia de Santa Teresa, obras dirigidas por el matrimonio que serían su lugar de residencia permanente.
Se dividió el campo en parcelas para la cría de ganado y se construyeron casas para puesteros, a la par de un trabajo de conservación de natural, ya que el principal interés de Troels se centró en estudiar minuciosamente todas la plantas que existían en su campo. Creó su propio laboratorio para clasificarlas y eso le permitió descubrir nuevas especies de vegetales, a las que le puso nombre en latín que conocía correctamente por ser abogado.
Pasaron los años y el danés reconoció el valor de sus tierras donde convivían tres regiones fitogeograficas: espinal, chaqueña y paranaense. Esto lo motivó a donarlas a Parques Nacionales en 1991, siendo el primer Parque Nacional en la Provincia de Corrientes.
«Don Troels Mendel Pedersen, conjuntamente con su esposa Nina, fueron dos personas que nos dejaron un verdadero tesoro y al mismo tiempo tomar conciencia que a la naturaleza la debemos cuidar y no destruir, si queremos difrutar de ella. Don Pedersen falleció en el año 2000 y su esposa en el año 2018», concluye su relato el historiador González.