El ex Gobernador misionero y referente justicialista dejó en claro su mirada del escenario nacional. Trazó una línea diferenciadora del peronismo con el espectro K. «Con más kirchnerismo vamos a tener más pobreza, más corrupción y vamos a estar peor», aseveró. Apuntó a la historia «salvadora» del PJ, que supo encarrilar al país en las peores últimas debacles. A la vez, destacó la oportunidad de escuchar a los peronistas, aprovechando la llegada que tendrá a Corrientes el jueves próximo con Miguel Ángel Pichetto.
20-CONTRATAPA-23En diálogo con radio Sudamericana, el ex Embajador argentino en España se manifestó de la siguiente manera:
Sabemos que usted tiene mucho contacto con la provincia de Corrientes, que la conoce, que tiene amigos así que va a estar en los próximos días por acá con Pichetto en este proyecto político que es el peronismo republicano.
-Así es, así es, el jueves vamos a estar ahí quizás nos acompañe Dante Camaño que es un asiduo visitante sobre todo en Paso de la Patria, en mi caso yo soy mitad misionero y mitad correntino, mi mamá es de Ituzaingó, vivo en Apóstoles que está a 6 kilómetros del límite con Corrientes, me dedico a la yerba mate. Tengo más yerba en Corrientes que en Misiones, así que es mi casa también Corrientes.
No le tenemos que decir bienvenido.
-No, no es parte de la misma historia.
Cómo observa este momento institucional, político mezclado con lo judicial que vive la República Argentina.
-Con honda preocupación. Creo que estamos en una crisis de una envergadura superlativa. Esta crisis es mucho peor que la de 2001. Y me ha tocado vivir de cerca aquella. Teníamos partido político, exportábamos energía, no había inflación y durante una década el éxito en ese tema el gobierno de Menem fue muy marcado. Nos permitió tener una inserción en el mundo y una calidad de vida superior.
Lo que ocurre que el 1 a 1 cumplió su ciclo. Brasil devaluó y nosotros nos dormimos en los laureles. Eso dio lugar a esa crisis. Hoy la crisis es mucho más profunda. Tenemos una inflación cercana al 100 por ciento. Tenemos una pobreza en muchas provincias -como la mía- arriba del 50 por ciento. En el país hay un promedio del 40 por ciento.
Tenemos también una realidad de aislamiento en el mundo. Somos amigos de los que andan mal y estamos distanciados de los que andan bien. Nuestro socio más importante que es Brasil y nuestro Presidente nuca se reunió con Bolsonaro.
El Presidente de Estados Unidos, Biden le levantó la reunión que tenía prevista. No atendió a nuestro Presidente. En política internacional andamos mal. La inseguridad en Rosario leemos que hay dos asesinatos día promedio. En el Conurbano pasa algo parecido y en las provincias, como la mía, la inseguridad no existía y hoy existe.
Hoy tenemos un cuadro de situación muy adverso y eso se resuelve haciendo todo lo contrario de lo que está haciendo el kirchnerismo. Con más kirchnerismo vamos a tener más pobreza, más corrupción y vamos a estar peor.
¿Una reconfiguración peronista?
¿Esto que está ocurriendo va reconfigurar el mapa del peronismo nacional?
-El peronismo no tiene nada que ver con el kirchnerismo. El kirchnerismo es una fuerza que respeto, ganó las elecciones, es una fuerza transversal donde hay muchísimos ex compañeros, aquellos que en los 70 fueron echados de la plaza por Perón o sus hijos, que se han encolumnados a La Cámpora con ideas económicas de los 70, es decir atrasan 50 años la economía.
También hay muchos alfonsinistas de la época de los 80, con ideas económicas que atrasan 40 años. Alfonsín, como presidente, tuvo logros importantes en materia democrática, pero tuvo un fracaso económico estrepitoso. Fue la primera hiperinflación que tuvo la Argentina de una magnitud que figura en los libros de historia del mundo. Eso hoy nutre al gobierno kirchnerista. La Presidente del Senado, Moreau, y Alberto que es más alfonsinista que peronista. Vive hablando maravillas de Alfonsín. Le entiendo, donde empezó su carrera política, tiene el bigote, el traje de Alfonsín y es una fuerza transversal al kirchnerismo que a su vez se enriqueció con el aporte de la izquierda. Tienen muchos sectores de izquierda que están ahí. Ganaron las elecciones. Están llevando adelante una política que genera más pobreza, que aísla a la Argentina del mundo, la inseguridad es altísima. Yo viví otra Argentina cincuenta años atrás y era más difícil la economía porque había marxismo, por un lado, el comunismo en materia económica, todas las empresas del Estado, y había capitalismo del otro lado. Los peronistas como yo queríamos la tercera posición y ahora qué vamos a hablar de tercera posición si hay uno solo que tiene éxito económico. Alemania, Europa, Estados Unidos, China, que es liberal, capitalista y privatizadora, y es la segunda economía del mundo. Nosotros seguimos mirando a Venezuela, a Cuba. Me parece que es una ceguera sin límite la que estamos viviendo con este gobierno kirchnerista.
Estamos hablando con Ramón Puerta, un hombre de la política argentina con mucha trayectoria. A consecuencia del diagnóstico que da ¿hay anticuerpos dentro del peronismo para recuperar eso que usted dice haber perdido?
-No, el kirchnerismo es una cosa y el peronismo es otra. El peronismo va a estar en Corrientes encabezado por Miguel Ángel Pichetto este jueves, donde seguimos siendo aquellos que pregonamos ser una fuerza de vanguardia, el peronismo no es estático. En la década del 40 tenía una posición, en la del cincuenta Perón ya privatiza el petróleo, y nos dice que las jubilaciones deben ser privadas porque el Estado administrando la plata de los jubilados termina malgastando y el jubilado cobra muy poco. Y en el 72 Perón vuelve de Europa y murió. Y el gobierno de Carlos Menem que resolvió el problema de la inflación. Un gobierno de vanguardia. Y ahora, en 2002, lo hicimos con Duhalde, un gobierno de conciliación donde también había ministros radicales. Las distintas iglesias colaboraron y en seis meses corregimos los problemas que había dejado un 1 a 1 que ya no aguantaba la competitividad con otras economías. Hoy el peronismo tiene la oportunidad no sólo de reconstruir, sino de construir la Argentina junto con otras fuerzas políticas como el radicalismo, el PRO. Es decir, Juntos por el Cambio es el espacio opositor, es el que tiene que resolver lo que estamos viviendo.
Tiene que olvidarse de la marcha en esa parte que dice ‘combatiendo al capital’.
-No, no, para nada. El peronismo es la armonía del capital y el trabajo. El peronismo nunca fue marxista y para tener trabajo tenés que tener inversión. La marcha tiene un problema de rima. Originalmente decía ‘combatiendo a los excesos del capital’, excesos que se dan muchas veces. Cuántas veces vemos los patrones que no quieren pagar los sueldos en blanco o aquellos que quieren embolsillar toda la plata para ellos. Eso el peronismo, lo combate, pero no al capital. La marchita no tiene ni siquiera autores, fue modificándose, la cantamos los peronistas con gran energía.
Ahora La Cámpora le agregó una estrofa también.
-Sí, por supuesto, cada uno le agrega.
El peronismo en esta actitud que tuvo, en este momento el Presidente del Partido Justicialista es el Presidente de la Nación, por ejemplo.
-Pero no es peronista. El Partido Justicialista no es peronista, es el PJ, que en la inmensa mayoría está en manos de gente que no tiene nada que ver con el peronismo ni con la fuerza de vanguardia que fue el peronismo. Los peronistas que hemos gobernado, que resolvimos las dos crisis, la inflación del 90 y el vacío de poder de 2001 no estamos ahí. Y por qué no estamos ahí, porque no creemos en el modelo cubano ni venezolano. Creemos en otro modelo, el de las libertades, el del respeto que debemos tener al capital y al trabajo, y a la armonía de la Argentina con el mundo. Por qué tenemos que pelearnos con el mundo, por qué si somos grandes productores de energía y de alimentos o, mejor dicho, éramos. Hoy, con las retenciones y la estatización de YPF -que fue un desastre-, de los ferrocarriles en manos del Estado, de Aerolíneas en manos del Estado, y bueno, el déficit es escandaloso.
La causa de Cristina
Solo una reflexión con respecto a la causa judicial que involucra a la Vicepresidente, que hubo mucho oleaje en las últimas horas con el final de los alegatos de la fiscalía y la presentación mediática que hizo Cristina Kirchner. Hay un clima social mucho más subido de tono, pero que se nota sobre todo en la Capital Federal.
-Lo que no hay duda es que la acusación en cuanto al comportamiento de la Vicepresidente, que fue dos veces Presidente son contundentes, muy detalladas, amplias y ella no contestó ninguna. Simplemente se enoja, acusa a otros, patea la pelota para afuera. La culpa siempre tiene otro y eso es parte de una dosis de culpa muy grande, porque si no, daría respuesta a cada una de las acusaciones. Cuando tuvo que ir a defenderse no fue, ahora pide que le den derecho a la defensa. Ella lo tuvo y no lo usó y la ley es para ser cumplida.
Ahora hay otra etapa. Terminó la del fiscal. Ahora que la corrupción en la Argentina ha hecho un daño espantoso no lo duda nadie. Sabe dónde se ve bien este esquema, en los pueblos más chicos. Conocemos el estado patrimonial del que llega al poder y cuando lo deja tiene lo mismo o tienen menos. Hay otros que pasan de pobres a multimillonarios ¡Oh casualidad! Nunca trabajaron en el sector privado y estando en el Estado son millonarios. Quiere decir que este mal hay que erradicarlo.
La corrupción es un gran enemigo del modelo democrático, la democracia ya va a cumplir 40 años y en materia de corrupción no dio respuestas satisfactorias. Sí en otros temas como las libertades, pero en materia de corrupción estamos con una deuda pendiente muy grande.
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