Dos cuatreros fueron interceptados «con las manos en la masa» en un campo de Alvear, quienes al ser descubiertos por efectivos de la Policía emprendieron la fuga a los tiros contra los uniformados, mientras arrojaron bolsas en las cuales se comprobó contenían carne no bien adquirida, como el hecho por sí parece indicarlo, ya que al fugarse se introdujeron en zona de bañado para no ser capturados.
El hecho se produjo este viernes cuando, al atardecer, partió en dos móviles a patrullar en la zona rural y en la Ruta Nacional 14 una comisión policial dependiente de la Unidad Especial de Seguridad Rural y Ecológica. Cerca de las 22, recibieron una comunicación para que se dirijan al campo de Sergio Brondani porque se habría descubierto alambrados cortados, y al llegar al lugar se encontraron efectivamente con lo denunciado, además de observar huellas de pisadas de caballos.
Se decidió entonces montar un dispositivo cuando a las 1.15 ya de este sábado se divisó a dos sujetos montados cada uno en un equino, que al recibir la voz de ¡Alto, Policía! uno de ellos comenzó a realizar disparos de arma de fuego, lo que obligó a la fuerza policial a responder del mismo modo. De inmediato y al galope, ambos cruzaron la ruta y se introdujeron en otro campo del mismo propietario y, mientras lo hacían, arrojaron las bolsas de nailon antes mencionadas, perdiéndose en un camino boscoso y bañado, lo que dificultó su alcance al estar montados en los caballos.
En el informe, los protagonistas de la institución de seguridad advierten que, conforme a varios rastrillajes y por el modus operandi de los malvivientes en casos anteriores, ese es un lugar utilizado para que cometan esas fechorías.
El hecho quedó a cargo del fiscal rural, Martín Leiva.
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