El ex presidente del Banco Central argentino, secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales y presidente de la Comisión Nacional de Valores, Martín Redrado, habló en exclusiva con el programa La Otra Campana con Gustavo Adolfo Ojeda, y dejó varias declaraciones interesantes.
LA NOTA COMPLETA
—Yo tengo un especial interés, por supuesto, que usted hable de todos los temas que quiera, pero un especial interés en saber qué rol está cumpliendo en los equipos técnicos del precandidato presidencial Horacio Larreta, y qué piensa usted de la negociación que se está llevando en nuestro país con el Fondo Monetario Internacional.
—Bueno, desde el mes de febrero soy secretario de Asuntos Estratégicos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y me ocupo de cuatro temas. El primero, el financiamiento de la infraestructura necesaria, de las obras públicas necesarias, financiamiento con organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, es decir, los organismos multilaterales de crédito y estamos financiando las principales obras para los próximos años, por ejemplo, la urbanización del Barrio 1-11-14. Segundo, tema empleabilidad. Estamos trabajando en los empleos del futuro. Una síntesis de lo que es mi trabajo es traer el futuro a la ciudad de Buenos Aires y luego a la Argentina en el plano de la campaña presidencial de Horacio. ¿Cuáles son los nuevos empleos y cómo formamos a nuestros jóvenes? Y brindándoles nuevos programas como uno que lanzamos con la ministra de Educación, que es para formar programadores que se reclaman hoy en toda América Latina. Tercero, electromovilidad, llevar a la ciudad de Buenos Aires buses eléctricos que eliminen la contaminación ambiental y cuarto, programas de fomento a la exportación. Estos son las cuatro líneas de trabajo que realizo como funcionario o servidor público de la ciudad. En el aspecto nacional estamos trabajando en todo el programa de política económica, social, de política exterior, en donde nos estamos planteando, y, fundamentalmente, trabajo con Horacio porque tenemos la misma visión de lo que se necesita hacer en el país. Yo hace unos, aproximadamente un año publicé un libro que se llama «Argentina primero», en donde digo que Argentina necesita plan, equipos y leyes que lo lleven adelante. Entonces estamos trabajando en las principales leyes que Horacio va a poner por delante del Congreso, obviamente si cuenta con el apoyo de todos los argentinos, el 10 de diciembre, un plan de estabilización y de crecimiento económico poniendo acento en los motores de la energía, del agro, del servicio del conocimiento, de la minería, del turismo y de las industrias para proyectarlas hacia adelante y tener, además, una política exterior que gane nuevos mercados, que modernice el Mercosur, y esto es muy importante para Corrientes y para toda la Mesopotamia que tienen tanta interacción con Brasil. Necesitamos integrarnos más con Brasil, tener líneas de energía, de infraestructura y para eso se necesita una política exterior que esté trabajando como un verdadero Ministerio de Trabajo, de generar empleo para los argentinos, de generar más exportaciones para nuestro país en el mundo. Esa es una breve síntesis de las líneas de trabajo que estamos realizando hoy en el equipo de Horacio.
— Bueno, breve síntesis, pero una agenda de muchos ítems, de mucho trabajo, realmente lo felicito. Y en este marco donde para muchas cosas, para todas, diríamos, se necesitan dólares, dólares y dólares, ¿cuál es su apreciación de la negociación que nuestro país está realizando ante los organismos nacionales, casualmente el Fondo Monetario Internacional y otros?
— Argentina está sin plan para negociar y lo único que ha llevado hasta ahora, desde que se empezó esta negociación con el anterior ministro de Economía es patear la pelota para adelante y dejar que el próximo Gobierno tenga un plan en serio. Por supuesto, siempre digo que una de las claves del fracaso que han tenido todos los planes con el Fondo Monetario es que se terminó haciendo en Washington. Los argentinos vamos pidiendo, si me permite la palabra, la escupidera a Washington, y terminan desde Washington dándonos los lineamientos. Por eso, lo que planteamos con Horacio es algo diferente, planteamos un programa económico hecho desde la Argentina, por Argentina, pero contando con respaldo político de leyes del Congreso. Aquí es necesario que tengamos un marco legal que nos dé, por lo menos, dos terceras partes del Congreso que formen leyes que tengan mayorías especiales. Esto le va a dar al equipo económico respaldo político para llevar y sentarse en Washington con otro poder de negociación. Las negociaciones que hoy se están llevando a cabo están mendigando por unos pocos dólares a ver si podemos llegar hasta fin de año. La buena noticia es que hoy el mundo ve grandes oportunidades en la Argentina, por lo tanto, no nos van a dejar caer, pero nos van a dar el pulmotor para llegar porque ven que el esquema de llevar la pelota en el día a día no es un esquema serio, no es un esquema sólido, ni tampoco sustentable. Es decir, se pateará la pelota hasta fin de año y el nuevo equipo económico, con respaldo de leyes del Congreso, se centrará en enero a generar un nuevo programa que le dé aire a la economía argentina, sobre todo, para poder crecer.
—Pocos dólares, dice usted. ¿Qué reflexión le merece el nivel de reserva que tiene nuestro país? ¿Se ve de nuevo, diríamos, al frente del Banco Central, porque una cosa tiene que ver con la otra, ¿no?
—Sí, hoy el Banco Central tiene lamentablemente reservas negativas, estamos en un nivel de reservas negativas de 7.500 millones, quizás la pregunta es cómo es esto de reservas negativas, sí porque son reservas prestadas, que se las debemos o a China o se las debemos al Banco de Compensaciones de Basilea o se las debemos al sistema de garantía de depósitos, con lo cual hoy estamos con un Banco Central quebrado. De hecho, usted recordará cuando yo en el 2010 le puse límites al poder político y le dije a la presidente «con el Banco Central no se jode, no se manotean las reservas por decreto», y tuvimos esa diferencia fuerte de opinión que terminó, bueno, después de que cayera el decreto por el cual Cristina Kirchner manoteaba las reservas del Banco Central, gracias al apoyo de la justicia que tuve, en ese momento, bueno, sentí que mi misión se había cumplido y que era momento de dar un paso al costado. Bueno, cuando me fui vino el zafarrancho en el Banco Central, se llevaron todo puesto, dejaron un Banco Central sin reservas, de hecho, otro libro que escribí justamente en el 2010 ya preanunciaba este saqueo al Banco Central, el libro se llamó «Sin Reservas» y, bueno, precisamente lo que vamos a encontrar a final de 2023 es un banco central totalmente saqueado, limpio, limpio en el sentido de no tener un sólo dólar. Con respecto a lo personal, yo soy un jugador de equipo y justamente En este libro que señalo, «Argentina primero», lo que digo, fundamentalmente, no solo para quien le habla, sino para todos los hombres y mujeres que estamos con alguna responsabilidad, es que hay que dejar los egos de lado. Uno puede jugar en la defensa, en el medio campo, haciendo goles, quedando como armador del equipo o en el banco de suplentes. Eso se verá. A hasta la altura del partido, he sido presidente de la Comisión de Valores, Vice Canciller, presidente del Banco Central. Mi única aspiración es que el equipo argentino gane.