A fines de febrero, un joven tocó la reja de la vivienda en la que habitaba una pareja de jubilados, se electrocutó y murió. Aunque precaria, se trata de una medida que empieza a sonar con fuerza, a raíz de la creciente inseguridad en distintos barrios de la Capital correntina.
El hecho, que tuvo repercusión a nivel nacional, llamó la atención ya que se trató de un método para nada usual. Ocurrió el martes 27 de febrero, cuando un muchacho falleció por electrocución, al hacer contacto con la reja de un inmueble, ubicado en el barrio Sol de Mayo.
Las primeras informaciones dieron cuenta que el implicado habría intentado ingresar al domicilio con fines delictivos y al tomar contacto con el metal, recibió la descarga eléctrica. Apenas tres días después, desde el Ministerio Público de Corrientes se pronunciaron al respecto con un comunicado emitido en sus redes sociales.
«La Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas (Ufic) N° 2 de esta Capital, cuyo titular es el doctor Raúl Alfredo Pasetto, avanzó en las últimas horas con una serie de diligencias que buscan determinar las circunstancias en las que perdiera la vida, al tomar contacto con una reja electrificada, un joven de 24 años», indicaba la primera parte del informe, publicado el primer día de marzo.
«El Fiscal trabaja sobre distintas hipótesis y en principio no está acreditado que el suceso se haya dado en ocasión de robo. Sí que hubo, por lo menos, una violación de domicilio en la vivienda del barrio Sol de Mayo donde fue hallado el cadáver y donde el joven sufriera la descarga que terminó con su vida», indica luego.
Finalmente, el enunciado concluía en que se esperaba el resultado de la autopsia «junto a las pericias de rigor que se hicieran del lugar del hecho», para así continuar con «las imputaciones que correspondan y, en virtud de ello, la calidad en que deberán comparecer los moradores de la casa».
Episodios trágicos, recurrentes
Los casos de ladrones muertos por electrocución se volvieron, en el último tiempo, hechos constantes. En muchísimas ocasiones los trágicos episodios se dan en relación al robo de cables, no sólo en Corrientes, sino también que se replica en varias ciudades del país.
Un caso relevante fue en Rosario, Santa Fe, donde un joven intentó asaltar cables de alta tensión, se electrocutó y terminó con el 90 por ciento del cuerpo quemado. La impresionante secuencia quedó registrada en video, en el que se ve cómo la víctima salió visiblemente herida. Debió ser internado, donde estuvo en situación crítica y luego murió.
En Corrientes, en agosto del año pasado, un menor, de 17 años, perdió la vida al intentar robar cables de un transformador en el barrio Fray José de la Quintana. El hecho se produjo en horas de la mañana del 23 de agosto, en cercanías a la Escuela Nº 956, donde el individuo llegó con una motosierra y recibió la descarga que terminó con su vida.
Cerco como defensa de la propiedad, ¿un riesgo sin regulación legal?
Tan buscados como defensa de la propiedad, los cercos eléctricos generan, desde hace algunos años, una incógnita: ¿Son legales? Pese a que no existe una regulación vigente que se refiera de forma expresa a la instalación de rejas electrificadas, expertos en derecho penal sostienen la necesidad de cumplir con la normativa de seguridad eléctrica, todo a fin de no caer en responsabilidades civiles, en caso de que la medida de obstrucción antiladrones causara daños a intrusos o a terceros. Continúa, entonces, la misma pregunta que devela a los dueños de inmuebles que sólo buscan impedir el ingreso a su propiedad y que evalúan otras alternativas para cuidar sus viviendas.
Una modalidad pensada por muchos e implementada por pocos
Son cada vez más los vecinos que piensan en tomar medidas por su propia cuenta, a partir de la creciente ola de inseguridad que se vive en diferentes puntos de la ciudad.
Y es que, cansados de los episodios delictivos que viven casi a diario, optan por el uso de defensas, algunas poco convencionales, para alejar a los maleantes.
Ante esa situación, algunos utilizan grupos de mensajería instantánea, como Whatsapp, para mantenerse notificados entre los vecinos en caso de que observen movimientos sospechosos.
Otros, por su parte, emplean modalidades más bruscas, con las que intentan ahuyentar en forma definitiva a los delincuentes.
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