Como se informó en la edición de ayer, los delincuentes amparados en la impunidad ya no discrimina horarios ni lugares para atacar, como sucede en estos últimos días en la zona de los barrios Pompeya y Bañado Norte, en cercanía de la plazoleta España, donde con la modalidad de motochorro dejaron varias víctimas con sus arrebatos.
El testimonio de dos mujeres dan cuenta de la situación y del momento horroroso por el que atravesaron, ambas en un mismo día, por la mañana y por la tarde, respectivamente.
El relato de la primera de ellas, lo efectuó a EL LIBERTADOR para que los demás vecinos u ocasionales transeúntes estén prevenidos de esas «lacras sociales».
UN CASO
DEL SÁBADO
«Yo venía desde la calle Baibiene hacia mi casa, que es por la calle Vélez Sarsfield entre avenida Pujol y Gobernador Ruiz, y aparentemente la moto con la que me robaron a mí venía circulando por esa avenida y creo que lo suele hacer, porque ya está identificada por muchas personas, una moto grande y el motochorro usa casco por lo que no se lo puede identificar y se mete en contramano», relató la angustiada vecina. Avanzó con el relato y comentó que «yo crucé la avenida y caminaba por la calle Vélez Sarsfield hacia Pujol y se ve que me eligió porque estaba con mi perrito en brazo y al cruzar a la vereda ya del otro lado de Virasoro, por atrás me aparece la moto y me saca mi celular, mi cartera. Era una sola persona, pero suelen actuar de a dos, dijeron también otras víctimas». Puntualizó que «eran las 11 de la mañana cuando me asaltó; y el ladrón siguió por Virasoro hacia el barrio Yapeyú. Es una persona que anda en una moto grande, negra y usa casco», reiteró como si estuviera reviviendo el instante que no olvidará fácilmente. Al decir de algunos, a veces usa casco azul y en otras ocasiones, rojo.
Como es el comentario común en el vecindario, «la Policía sabe quién es, pero no hace nada; es una zona liberada de hecho para todos los vecinos de este barrio, mientras el delincuente es una persona que por lo visto se pasa observando a zona para ver a quien robar», y casi en función investigativa analizan que al parecer «recorrería la avenida Gobernador Ruiz y entra en contramano en las calles y asalta, porque uno no piensa que alguien va a venir a robarle».
Además de su triste experiencia, indicó que «a las 6 de la tarde del mismo día, este sábado, le pasó lo mismo a otra vecina del barrio y en su caso, también en contramano, un chico se baja de una moto, le sacan su celular y huyen hacia el barrio Yapeyú o el Bañado Norte. En el mismo día, dos robos», subrayó y anteriormente «ya van, creo que dos celulares que le robaron a un vecino; a una señora del edificio 2 de Abril, y su hija también. Esta es una zona liberada y nosotros, los vecinos, no sabemos qué hacer. No vemos patrulleros, sólo cuando se va a hacer la denuncia aparece al Policía, da una vuelta y se va».
Reiteró con desesperado énfasis, «ya no sabemos qué hacer. Nos estamos uniendo los vecinos para ver si nosotros mismos podemos defendernos porque no tenemos a nadie que nos defienda ¡No puede ser que en pleno mediodía, uno venga en contramano a robar y gracias a Dios en mi caso no tenía ningún arma, porque sino pudo haber sido peor!».
EL SEGUNDO
DEL MISMO DÍA
En el segundo hecho que se mencionó, la joven protagonista relató que «venía cruzando la avenida Gobernador Ruiz al 2.400 hacia el supermercado chino que hay ahí y cuando estoy subiendo a la vereda un chico en moto, una moto Titán de modelo nuevo, color negro, sin patente, vino sin que yo lo haya visto y al darme cuenta que quería robarme el celular, traté de zafarme pero igual me lo quitó y se fue en contramano y no lo vi más».
Señaló que se fue a la Comisaría 5° a radicar la denuncia, donde expuso que ubicaría al «chico, porque lo vi, si bien tenía un casco rojo; él estaba todo vestido de negro, deportivo. Me dijeron que iban a tratar de encontrarlo al tener la denuncia, pero, hasta ahí nomás llegó todo», contó con tono se resignación.
Su celular era un iPhone 11 color negro, con una funda verde lima y adentro de la funda tenía su Documento.
«Aparentemente es la misma persona y cambia los cascos, ya que la descripción de la moto es igual y porque la persona que me robó a mí, tenía casco azul, y con el mismo modo de actuar», consideró la primera de estas víctimas en hablar.
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