El sector económico continúa demostrando sus diferentes falencias a lo largo de la pandemia. La caída en la comercialización de bienes y servicios, más los elevados precios inflacionarios, son los factores más preocupantes en los distintos rubros.
No ajenos de esta realidad, la prestación de remises en la ciudad se encuentra con el dilema de incrementar sus costos, y a la vez, de no presentar déficit en la rentabilidad. Respecto al tema, en diálogo con EL LIBERTADOR, el titular de la Asociación de Remises, Juan Castillo dijo que «la única opción que tenemos es no establecer una tarifa elevada en el mercado, pero tampoco no trabajar muy al límite en la rentabilidad porque el vehículo se deteriora o algunas cosas que haya que cambiar, no va haber el dinero para hacerlo».
En este sentido, afirmó que desde la asociación tenían acordado un nuevo valor para mayo, y que por la cuestión sanitaria de retroceso de fase no lo aplicaron por el temor a obtener pérdidas. «La demanda no permite corregir nada, entonces vamos a esperar que termine esta situación, y después vamos a establecer una fecha y también volver a consensuar si le aplicamos el mismo importe establecido, de manera consensuada la última oportunidad», aseguró.
Asimismo, el referente indicó que «estaríamos permitidos cobrar 112 pesos, digamos la tarifa desde mayo, y nosotros seguimos en 90». Por lo cual, remarcó que no van a establecer ese precio, pero que trataran de no alejarse de ese valor de referencia, y tampoco en poner en riesgo la legalidad.
VIEJA DATA
De esta manera, Castillo recordó con lo sucedido en años anteriores con la prestación de los remises. «Hoy en día no se amortiza nada, los costos son muy elevados, y no queremos volver a tener un servicio muy precario. Lo que sucedió, es que del año 98 hasta el 2004, que nosotros impulsamos la modificación de la ordenanza, no se condicionaron las tarifas, entonces la actividad se fue comiendo el capital, la actividad no amortizó, y muchos se fundieron».
Por lo tanto, admitió, que la preocupación en los choferes es no repetir la misma historia, y que «nosotros queremos soportar esta crisis de la mejor manera, que no nos lleve puesto, y se quede con la actividad», advirtió.
BAJAS EN
EL VOLANTE
Ante la demanda baja de pasajeros, y la incrementación de los insumos, hasta la fecha han sido varios los choferes que solicitaron darse de baja en el rubro. «Eso hace que no haya entrado en mayor crisis la actividad porque imagínate la demanda con una oferta elevada tendríamos una doble crisis», expresó, y agregó que «hoy en día te diría tenemos una baja demanda, pero con servicio reducido. Entonces es medio el equilibrio, no el ideal, pero siempre el mercado va regulando sólo la actividad económica».