Enero comenzó con un incremento en los combustibles en todo el país. La suba en los surtidores rondó en un promedio del 27 por ciento, lo cual impactó de manera directa en el funcionamiento de los variados rubros y servicios.
A nivel general, se dan cientos de casos conocidos, uno de ellos fueron las empresas de remises que brindan el transporte de pasajero en la ciudad. «La verdad nosotros no soportamos un aumento más en los costos, no solamente por nosotros sino por los usuarios», relató, Juan Castillo uno de los referentes de la Asociación de Remises de Corrientes, en diálogo con EL LIBERTADOR.
Además, sostuvo que en verano los gastos se incrementan hasta un 37 por ciento más por el uso del aire acondicionado. «Hay horarios que no te permiten circular sin aire», dijo.
Dificultades
«Nosotros sabemos el mercado que tenemos, y por más que se corrija un poco el sueldo, se van corrigiendo los costos, es imposible para una economía local», señaló.
A lo que agregó: «Nos vamos complicando cada vez, ¿Por qué? Porque el usuario no tiene para más, va recortando todo y lo primero que recorta son las salidas. La verdad a nosotros eso nos juega muy en contra», y «el mercado se va achicar más porque lamentablemente todo es una cuestión económica. Porque se achica remises y se achica otras actividades, como la venta de repuestos, lavaderos, un montón de otras actividades que de manera indirecta viven o se sostienen fundamentalmente de nuestra actividad».
Por lo tanto, Castillo enfatizó que un nuevo posible aumento del combustible, podría generar un nuevo déficit.
Sin soluciones a la vista
De esta manera, contó también cómo afecta estas problemáticas en el sector, que van desde la manutención de las unidades, y a la renovación de las mismas.
«Son muchas horas de prestación de servicio para salir y no recaudar lo necesario. Esto va a perjudicar sobre todo a aquel que no tiene auto, ¿Por qué? Porque aquel que no tiene, nadie con esos valores va a comprar un auto para invertir o alquilarlo porque no recupera la inversión», dijo.
Asimismo, el referente afirmó que «los titulares, por ejemplo, si tienen que comprar un radiador, lo que sea, vale más de 100 mil pesos, cualquier cosa que le pase al auto más de 100 mil pesos. Entonces para amortizar el propietario le va a pedir un valor que al trabajador se le va a ser difícil pagarlo».
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