A raíz del contexto económico actual, son varios los servicios que no logran repuntar su actividad en la ciudad. Entre ellos, el sector de los remises que presentan factores alarmantes como la poca demanda, y los elevados costos para su rentabilidad.
Respecto al tema, en diálogo con EL LIBERTADOR, Juan Castillo uno de los referentes de la Asociación de Remises de Corrientes, sostuvo que «a nosotros nos golpea de manera contundente. Imaginate que la tarifa siempre fue, desde que nació hasta que después se distorsionaron los valores por tema de subsidios y demás, el doble del boleto del colectivo».
En esta línea, explicó que el valor actual de la mínima del servicio debería rondar en los 2.000 pesos, y no en los 1.200 pesos, implementado recientemente.
«Obviamente nuestro mercado no da para cobrar esos valores. Entonces debemos establecer una tarifa acorde, pero con una escasa o muy baja rentabilidad, y al tiempo de amortización muy elevado en la cual genera que prácticamente se convierta en una actividad de subsistencia», sentenció.
ACTUALIZACIONES
TARDÍAS
Por otra parte, Castillo indicó que presentan retrasos en las modificaciones tarifarias respecto a los costos, pero en ocasiones resistieron en aplicarlas con el propósito de mantener la clientela.
«Todos los meses vino subiendo el combustible y nosotros no modificamos. Las últimas actualizaciones fueron en diciembre y después marzo, y ahora junio», recordó, y agregó que «pero con el agravante que el mes que viene ya está asegurado un nuevo aumento de combustible porque el impuesto que iba a aplicarse este mes postergaron para el mes que viene, que es un 8 por ciento, más el cuatro de ahora de manera escalonada. Calculamos que se va a aproximar a un 15 por ciento en dos meses en un solo producto que son las naftas».
A su vez, dio por sentado que con los aumentos en los combustibles se producen automáticamente las subas en el resto de los insumos que son derivados del petróleo, como los lubricantes. «En nuestro rubro o actividad, los insumos de los vehículos no tuvieron descenso en los precios quizás como en otros productos que vimos que bajaron por una cuestión de consumo. Los nuestros no, entonces la crisis sigue impactando de manera fuerte», enfatizó.
Flota en descenso, y un cambio
de paradigma con los alquilados
Debido al impacto en el sector de los remises, advierten un descenso de la flota por la falta de rentabilidad.
«Antes en la mejor época, vos comprabas un auto y recuperabas esa inversión en un año, o a lo sumo dos. Hoy un auto que vale 20 millones de pesos, necesitas para recuperar la misma inversión al menos cinco años, pero en esos años tuviste que gastar cubiertas, neumáticos, impuestos, patentes», detalló, a lo que agregó que «eso lo convierte en una inversión no rentable, entonces aquel que compraba un auto para alquilar, no lo hace más, y el conductor que no es dueño del vehículo y/o que no tiene vehículo es ese el que se sintió mayor perjudicado en esta temporada de crisis porque se le redujo la oferta y las opciones de vehículos para alquilar».
En consiguiente, el referente de la Asociación de Remises dijo que esta modalidad de recuperación incidió en la tradicional apuesta de compra de vehículos y sus alquileres para el servicio. «Quedan menos, antes era un 80 por ciento los vehículos alquilados de la flota, y un 20 por ciento propietarios, y ahora es al revés, hay más propietarios conductores y pocos vehículos en alquiler», contó.
Respecto al futuro, Castillo concluyó que «nosotros entendemos, sin tener conocimiento profundo en economía ni demás, que las cosas en los momentos llegaron casi a su techo. Aumentaron todo lo que podían, y queda un porcentual mínimo por mes que pueden ajustar. Entonces quizás, si eso es así, nos puede dar previsión y tiempo de recuperación».
Clientela que reduce gastos con los viajes
Juan Castillo señaló que uno de los factores determinantes en el sector se da con la clientela. «Nuestra demanda tiene altibajos, la gente reduce gastos y lo primero que hace es salir menos, salvo por necesidad», dijo. Asimismo, recordó que antes «había mucha gente que salía viernes, sábado y domingo, y ahora elige uno de los tres días, por dar un ejemplo», y afirmó que «eso va mutando de acuerdo a su capacidad de consumo».
.