La ciudad de Corrientes amaneció este lunes con un aroma nauseabundo distintos puntos de la Capital, situación que fue reportada como «olor a cloaca» por los vecinos a través de las redes sociales.
Sobre el motivo de esta situación que causa malestar, especialistas en cuestiones hídricas y de infraestructura comentaron a EL LIBERTADOR que podría estar relacionado con la crecida del río Paraná, que actualmente se encuentra estacionado en 7,02 metros en la costa capitalina.
Los entendidos en la materia especulan que, como mucho de los líquidos cloacales que se producen en la ciudad de Corrientes van al Paraná, la crecida del río pudo haber saturado los ductos de las cloacas y eso provoca emanación de gases con mal olor.
Consultada la empresa Aguas de Corrientes, que tiene la concesión del servicio cloacal, confirmó a este diario que el mal olor se debe a la crecida que hace más lenta la descarga de los líquidos cloacales, al calor de los últimos días y a las lluvias.
Aclaró asimismo que esta situación no afecta la calidad del agua potable, ya que hay protocolos para cada etapa del río: crecida o bajante.
El aroma pestilente fue reportado principalmente en áreas que están cerca del río, como los barrios Arazaty, Camba Cuá, La Cruz, San Benito, Bañado Norte y parte del Centro.