El titular del radicalismo correntino, Senador provincial y ex Gobernador criticó al Gobierno nacional, pero también repartió palos para la oposición. Dijo que sus socios políticos «no están en sus cabales» y que «muestran la hilacha». Los instó a «dejar de hablar pavadas y estupideces». Reclamó seriedad política y respeto al ciudadano argentino.
02-TAPA-POLITICA-OKEl ex gobernador, Ricardo Colombi (actual senador provincial y presidente de la UCR de Corrientes), al referirse a la situación nacional, dijo ayer que «la incertidumbre es cada vez mayor. Creo que vamos a entrar en una etapa más convulsionada económica y políticamente». Naturalmente que achacó al Gobierno nacional y a la alianza gobernante por esta realidad.
Pero lo que más sorprendió es que, casi con la misma (o mayor) intensidad, arremetió contra sus socios políticos de la oposición. «La coctelera de Juntos por el Cambio tiene que parar», exigió.
En declaraciones a LT7 Radio Corrientes, dijo además que «la oposición no está dentro de sus cabales» y que «muestra las hilachas».
Recurrió a su tradicional definición de «fierrito» refiriéndose a los micrófonos de los medios de prensa, que «hacen cometer incontinencias verbales».
Al referirse al panorama del país, denunció que «hay provincias como la nuestra, del Norte argentino, las 10 provincias, que no tenemos peso político significativo». Y concluyó, con desilusión, que «así nunca vamos a ser un verdadero país federal».
Volvió a poner la mira sobre la dirigencia de Juntos por el Cambio, señalando que «todos están en acusaciones, en denuncias, en que si hoy uso un zapato de color blanco y el otro rojo, o azul y amarillo…» Y aunque pronosticó que «el año próximo creo que el oficialismo va a seguir teniendo inconvenientes», exhortó con impaciencia que «la ‘coctelera’ de Juntos por el Cambio tiene que parar. Tiene que haber mesura, juntarse y dejar de hablar pavadas, estupideces, creyendo que uno por decir ciertas cosas es más que el otro. Yo estoy muy decepcionado, muy molesto por ese tipo de actitudes, que no ayudan a nada. Porque, en definitiva cuando el ciudadano va a votar, no va a votar por lo que se diga hoy, por las acusaciones, por las denuncias, por los posicionamientos, sino por lo que está viviendo al momento de elegir su voto».
Advirtió que «estamos menoscabando el comportamiento del electorado. Y nos podremos dar cuenta cuando, en el momento de abrir las urnas, veamos más votos de ellos (el oficialismo); pero ya podría ser tarde».
Reflexionó que «tenemos que pensar que el votante es un ser humano, que vive, que piensa, que comete aciertos y errores como cualquiera de nosotros; pero es un ser humano, no es un objeto el que va a ir a votar. Y nosotros -y me incluyo, porque soy de la alianza opositora- creo que estamos menoscabando el voto del ciudadano argentino».
EL CASO MILEI
También se refirió al fenómeno (Javier) Milei y a algunas oleadas políticas que vienen por derecha en el mundo. «Milei -dijo- nunca va a ser Gobierno. Pero tiene un porcentaje de votos X, y sus actitudes son irresponsables, demagógicas… En última instancia no vayamos a cometer el mismo error que Italia, donde el remedio resulte peor que la enfermedad».
Se preguntó cuándo «vamos a establecer una nueva ley de coparticipación federal», como dice la Constitución de 1994. Hoy la Nación decide quedarse con el 60 por ciento de los recursos, y las provincias el 40″.
Lamentó que así «las provincias no tienen educación, no tienen seguridad. Un error fue la transferencia de las escuelas en 1996 sin un presupuesto acorde, constante, actualizado. Y ahí tuvimos problemas, y caímos mucho en materia educativa. Que no es sólo dinero, sino también otras cuestiones».
Apuntó también que «el principal problema que tiene el sector público y también el sector privado es el de la demanda salarial».
Sobre la «fórmula» para salir de esta situación de crisis, relató la anécdota que tuvo en una charla con el ex presidente del Uruguay, José «Pepe» Mujica. Éste le habría dicho: «Mirá mi hijo: la ideología no da de comer. Y yo tengo que dar de comer a mi pueblo».
«Entonces -concluyó Colombi-, la ideología, la derecha, la izquierda no sirven para un carajo. El que llega al Gobierno tiene que hacer las cosas que hay que hacer. No se necesita ser un economista ilustrado para ello. Es como en tu casa».
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