La inseguridad en las calles genera preocupación tanto en vecinos y peatones, como también en automovilistas, sobre todo en aquellos que se ven obligados, por distintas razones, a dejar sus vehículos estacionados en la vía pública.
Una modalidad que, si bien no es nueva, se encuentra en franco crecimiento es el robo con inhibidores de señales. Se trata de un modus operandi cada vez más adoptado por delincuentes que, en su afán por quedarse con las pertenencias de los damnificados, se las ingenian para emplear otro tipo de técnicas para concretar los ilícitos.
Este método no es algo que solo se replique en territorio provincial, sino que se da en distintos puntos del país. Sin embargo, en la Capital correntina, en el último tiempo se notó un importante incremento en este tipo de atracos que, además de ser sigiloso, permite a los ladrones actuar sin la necesidad de ejercer violencia sobre los damnificados.
Crece, así, la preocupación en conductores que, además de la inseguridad habitual a la hora de transitar por las calles de la ciudad, suman ahora la intranquilidad de donde dejar estacionados sus vehículos, todo en medio de una ola de robos que desde hace tiempo marca presencia en distintos barrios.
COCHES QUEMADOS: ENTRE LOS DESPERFECTOS Y LAS SOSPECHAS
Ante esa situación, se genera otra inquietud en conductores y propietarios. Y es que, tal como se informó en este medio, hace algunos se acrecentaron los casos en que tanto automóviles como camionetas fueron encontradas en la calle, totalmente carbonizados.
Pese a que los incendios en lo que va del año, en su mayoría, fueron producto de desperfectos mecánicos, desde la Asociación de Bomberos Voluntarios de Capital aseguran que no se descarta la posibilidad de que algunos siniestros hayan ocurrido a raíz del accionar de delincuentes, es decir, de forma intencional.
«Hay problemas con cortocircuitos y otros en los que los peritos trabajan para poder determinar si son intencionales», comentó el comandante y jefe de la Bomberos Voluntarios de la ciudad de Corrientes, Daniel Bertorello, en comunicación con EL LIBERTADOR.
En ese contexto, en lo que va de 2024, este tipo de siniestros arrojaría un promedio estimado de dos episodios por mes, casi todos ocurridos durante la siesta o en horas de la madrugada.
Un atraco sigiloso,
sin rupturas ni maniobras violentas
Esta modalidad permite a los maleantes hacer un trabajo sigiloso, sin maniobras violentas ni rupturas de vidrios y otras partes de los vehículos. En ese sentido, los inhibidores de señales son artefactos empleados al momento en el que los conductores accionan el seguro de sus rodados. Allí, los inhibidores bloquean la señal de cierre, por lo que el vehículo queda abierto, a total disposición de los delincuentes, quienes en ocasiones se llevan pertenencias de los propietarios, partes de los rodados, como las ruedas, por ejemplo, e incluso a veces hasta se llevan las unidades.
Prevención: una sencilla
forma, con los cuidados necesarios
Muchas personas se preguntan cómo evitar los robos con inhibidores de señales, una modalidad que preocupa ante la discreción de este tipo de asaltos. Una forma de prevenir y que, aunque sencilla, es efectiva, es la constatación del cerrado efectivo de las puertas de los vehículos. Y es que los aparatos en la mayoría de los casos bloquean la señal segundos antes del cierre de los coches, por lo que quedan abiertos. Ante esa situación, los automovilistas, pueden asegurarse de forma manual para saber si la puerta trabó y, en ese momento, activar la alarma, en caso de contar con ella.