El Secretariado arquidiocesano para la Familia resaltaron el ejemplo de San José, a través de un mensaje especial por el Día del Padre. Evocan al papa Francisco que en la carta Patris corde, afirma que “ser padre significa introducir al niño en la experiencia de la vida para hacerlo capaz de elegir, de ser libre, de salir”.
“La situación social, económica, la crisis generada por la pandemia que atravesamos, ha colocado a los padres ante una realidad familiar que muchas veces es difícil de afrontar y sobrellevar. Esta realidad que vivimos confirma la constante necesidad de Dios que tienen los padres de familia, para apoyarse y buscar en Él la fuerza, la luz y la gracia para hacer frente a las adversidades”, expresa el comunicado.
En la imagen del Padre de la Iglesia Católica, destacan su “valentía creativa” para “transformar un problema en una oportunidad, anteponiendo siempre la confianza en la Providencia”. Y tal como dice en la carta del papa Francisco: “Para ello, Dios les ha concedido las facultades de «planear, inventar, encontrar», con las virtudes de audacia y obstinación”.
“En una cultura del descarte y el asistencialismo, que se ve agravada por la pérdida del empleo de tanta gente por la pandemia, San José es modelo de padre trabajador, ya que fue un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el sustento de su familia. De él Jesús aprendió el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo”, sostienen.
El mensaje del Secretariado arquidiocesano invita también a una reflexión sobre ser verdaderos padres y madres. “En un mundo que necesita padres, el Papa Francisco resalta que el verdadero padre, y podemos añadir también la verdadera madre, es aquel que ‘rehúsa la tentación de vivir la vida de los hijos’ y respeta su libertad. Ser padre ‘nunca es un ejercicio de posesión’, sino ‘un signo’ que nos evoca una paternidad superior’, al Padre celestial. La vocación y misión del padre está íntimamente vinculada a la vocación y misión de la madre. Ellos están llamados a construir, en la bella armonía de la diversidad, el ambiente adecuado para el crecimiento de sus hijos y de ellos mismos, abiertos al intercambio con la comunidad”, sostienen.
Con un agradecimiento profundo a los padres, y el recuerdo piadoso a los fallecidos, pide a Dios que se “bendiga y proteja a todos los que fueron llamados a ser padres, y les otorgue la fortaleza para que, imitando a San José, puedan amar de una manera extraordinariamente libre, teniendo presente que su mayor felicidad está en el don de sí mismo”.