Por el caso de la camioneta que paseó por la peatonal Junín y la plaza La Cruz, el conductor y el propietario del vehículo pagaron la multa contravencional que les impuso la Policía. Ahora, resta saber si el Municipio capitalino les aplicará otras sanciones.
Fuentes policiales informaron a EL LIBERTADOR que ambos se presentaron junto a sus abogados y se ampararon en el beneficio de reconocer la falta cometida para que se reduzca la sanción económica.
En principio, cada uno de los infractores debía afrontar la pena máxima que estable el artículo 59 del Código de Faltas de la Provincia, por conducción peligrosa, que plantea 50 unidades de multa con un valor de 2.300 cada una, lo que hace un total de 115.000 pesos.
Pero al reconocer la infracción, fueron beneficiados con una quita del 50 por ciento de la sanción total, por lo que cada uno de los dos involucrados pagó 57.750 pesos.
De esta manera, evitaron cumplir con días de arresto contravencional en una comisaría, una pena que les hubiese cabido si no pagaban la sanción o si no reconocían el hecho ocurrido.
Desde la Policía explicaron que, en lo que a ellos compete, el caso se cerró y enviarán las actuaciones al Municipio capitalino para que la jurisdicción determine si lo ocurrido amerita otras sanciones, algo que ya será analizado por el Tribunal de Faltas.
Vale recordar que el indignante hecho ocurrió durante la madrugada del domingo 17 de octubre, Día de la Madre, cuando un grupo de jóvenes paseo por la peatonal Junín y la plaza La Cruz en una camioneta Nissan Frontier, con patente AD768FL, color blanco.
Prácticamente una semana después, se hicieron virales imágenes tomadas por los propios pasajeros del vehículo, lo que despertó indignación de la comunidad ya que, además de la conducción peligrosa por lugares no habilitados, los protagonistas parecían estar ebrios.
Luego, aparecieron más imágenes de cámaras de seguridad que mostraban el peligroso paseo y a partir de ahí se inició una investigación que culminó con los responsables identificados.