No fue un hecho menor que se haya dejado de lado la sede del Consejo Nacional de la calle Matheu, algo que en el conjunto del peronismo hizo ruido y dio argumento para quienes, desde adentro del partido, descalifican a Cristina por haberse convertido en la jefa del «cristino-camporismo» en desmedro de un peronismo abierto con vocación de pelear con otra melodía el 2027. Con todo, lo importante del ex Bailando por un Sueño fue que habría renovado el compromiso de bancar la campaña, algo importante para cualquier desafío electoral del espacio que sea.
Incluso cuando hay cuestiones legales de por medio pendientes de resolución, el PJ de Ottavis se reunió con Cristina Kirchner. La Presidente del Consejo Nacional del Partido Justicialista recibió a la delegación correntina encabezada por José Ottavis y secundada por Ana Almirón y «Tincho» Ascua, que buscan todavía que la Justicia convalide la proclamación de sus candidaturas.
Fue en el Instituto Patria y no en la histórica sede partidaria de calle Matheu. Toda una señal de las tensiones que se viven en el partido de Perón a escala nacional, con la presidencia de una Cristina decidida a hacer valer a su sector en detrimento de otras líneas internas y distritales.
Otro detalle para nada menor fue la no presencia de los cuatro legisladores nacionales, ni de los integrantes de la denominada Cooperativa del PJ correntino, sector que sí supo estar en noviembre pasado, cuando hasta festejaron el anuncio de la propia Fernández de Kirchner sobre una visita a Corrientes que nunca se dio.
Es más, en la asunción de Félix Pacayut como titular del consejo partidario capitalino, que se hizo en la sede de calle Salta días atrás, no se hizo presente ni la titular de la fuerza en la provincia, Ana Almirón ni el referente libreño que ostenta la principal candidatura de este año, Martín Ascua.
Todas muestras explícitas del descalabro que generó puertas adentro la intervención de los bonaerenses digitada desde el Instituto Patria. Algo que además obligó a señalarlo ante la Justicia, por un sinfín de desmanejos que generaron la posibilidad de que la jueza con competencia Electoral, María Servini y la Cámara Electoral Nacional puedan dejar sin efecto cada una de las actuaciones administradas por los de Buenos Aires, o sea, las autoridades y las candidaturas.
TODO POR VERSE
Más allá de lo que termine decidiendo la Justicia, lo de ayer fue importante, porque dejó en segundo plano los movimientos internos dentro del propio espacio Ottavis que había abierto un abanico de posibilidades que iban desde Ricardo Colombi hasta Emiliano Fernández, pasando por Germán Braillard Poccard.
En los hechos, en el supuesto improbable de que la Justicia termine dando el visto bueno, lo cual entra dentro del marco de prosibilidades, juega a su favor de manera contundente el artículo 90 de la carta orgánica partidaria, que claramente describe la imposibilidad de reemplazar al candidato a gobernador elegido. Cierto es que, para ello, antes, la Justicia debería convalidar la reforma, trámite este que está en el ámbito de la Cámara Electoral Nacional.
Como contrapartida, si no la convalidara, todo el proceso interno caería por completo por ser consecuencia de una carta orgánica tachada de inválida. Con todo, las miradas están puestas por estos días en el Juzgado de María Servini, que tiene en sus manos la decisión de si la intervención es válida o nula, aunque también en esto no tendrá la última palabra. Será la propia Cámara Electoral la que terminará resolviendo, salvo que se entienda que hay caso federal que habilite el recurso extraordinario ante la Corte Suprema, una instancia de excepción que procede en contados casos.
Aun así, y dentro del abanico de posibilidades, está que el tribunal de alzada haga lugar al recurso contra la decisión del juez Federal, Gustavo Fresneda, en cuyo caso habría que ver el alcance de una resolución de esa naturaleza.
En este marco, la incertidumbre mayor son los tiempos, algo que en la Justicia es tan difícil de pronosticar como los resultados mismos de las decisiones hasta que estas queden firmes.