En medio de agenda movida por Corrientes, el postulante a la presidencia por el partido Libres del Sur, Jesús Escobar visitó EL LIBERTADOR donde se explayó acerca de los principales proyectos que sostiene la agrupación progresista, cuyo referente local es el ex concejal, Gabriel Romero.
La realidad socioeconómica del país, los modelos productivos y las particularidades regionales fueron algunos de los ítems abordados durante la amena charla en la que participaron las coordinadoras provinciales de Mumala y Barrios de Pie: Silvana Lagraña y Eva Romero y el mismo Gabriel Romero.
Como hombre del Interior, ¿Qué ves cuando estás de recorrida por las provincias argentinas?
-Veo desidia, desocupación y falta de oportunidades en general. La mayoría de la población que no puede llegar a fin de mes, con una inflación obscena, en contraposición con una minoría que vive a expensas de las políticas de exclusión que padecen hombres, mujeres y niños. En el caso de Corrientes y del Norte Grande se ven regiones con un grandísimo potencial, pero sin políticas públicas que ayuden a generar empleo y mejoren la productividad sustentable.
Hay dos países, un país central rico y el resto pobre.
-Se viven dos realidades en todo el país. Suena a paradoja, pero de Norte a Sur se observa una Argentina de dos pisos: una donde viven con opulencia, comodidad y sin necesidades, mientras que -por el otro lado- el hombre o la mujer deben matarse laburando para llegar a fin mes y que le alcance el dinero. Hay una clara desigualdad, y desde Libres del Sur nos planteamos que no puede existir crecimiento o desarrollo a costa del padecimiento de miles de niños que van a la escuela porque no tienen comida en sus casas. Nada bueno se logra pagando una deuda ilegítima dejando gente sin trabajo o con jubilaciones paupérrimas.
El tema del trabajo resulta crucial en un país con tantos potenciales…
-Totalmente, por eso desde Libres del Sur apuntamos a la gradual industrialización de nuestras economías. No seamos sólo proveedor de materias primas, hay que aplicar gestión para que nuestros productos salgan con valor agregado. Dar trabajo, capacitar y comenzar a mover el aparato productivo del país. Eso no está pasando y te lo digo desde el dolor de provenir de una provincia (Neuquén) que en estos momentos cuenta con el mentado yacimiento de Vaca Muerta, que podría cambiar la realidad energética del país a partir de la producción de gas y petróleo no convencional. En definitiva, queremos dejar en claro que somos una alternativa en tiempos de grieta ficticia, donde se turnan para aplicar las mismas recetas.
Como espacio son críticos en los términos del acuerdo con el FMI.
-Justamente la próxima semana vamos a presentar las dos millones de firmas físicas para congelar los precios de los alimentos de la canasta básica y tarifas en el Colegio Nacional Electoral. Nosotros esperábamos juntar 500 mil y logramos superar cuatro veces la cantidad que requiere la Constitución Nacional para que una iniciativa popular sea tratada y por lo tanto debe ser tratada por el Congreso de la Nación. No se puede dejar de ver que la presión ciudadana está diciendo a gritos ¡Paren la inflación, tomen alguna medida para defender el bolsillo de las familias argentinas!
La reconversión de los planes sociales a trabajos genuinos también es un tema de la agenda.
-El paso entre un plan y un trabajo se da con otro Gobierno, porque cuando protestan los ricos enseguida están dispuestos a darles las arcas del Estado y cuando un trabajador no tiene trabajo no hacen nada. Acá se necesita un Gobierno que gobierne para el pueblo. Los trabajos tienen que ser en blanco, con obra social, salarios dignos y jubilación. Es posible, sólo se debe cambiar la lógica. No puede ser que la única lógica sea ajustar, cuando los millones de dólares que el país tiene se los entreguen en bandeja a los más ricos. Vivimos en un país en donde los perros de los ricos comen mejor que muchos niños en la Argentina y más veces al día, ahora nadie cuestiona eso. Voy a hacer que esa renta se distribuya entre el conjunto de la población, a través de las siete causas: trabajo, casa, hospitales, escuelas, seguridad, poder comer, y jubilación para los viejos.
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