El peligroso narcotraficante Federico «Morenita» Marín habría aprovechado el fin de semana largo para fugarse. El delincuente correntino de 33 años, vinculado con la megacausa Sapucay en Itatí, gozaba de prisión domiciliaria desde finales de 2022.
Según publicó el portal Clarín, desde principios de esta semana no se sabe nada de «Morenita». El correntino, quien se encontraba en un lugar secreto con su mujer y sus cinco hijos tras declarar como arrepentido, pidió permiso a la Justicia para salir de su casa para ir a un hospital por unas hemorroides sangrantes.
Marín, quien lleva una pulsera electrónica de monitoreo, fue el lunes al hospital y luego dio el presente a la Justicia. Sin embargo, el martes, cuando tuvo que asistir nuevamente a la consulta médica, pidió permiso, pero no volvió a su casa y la Justicia no supo más de él.
Ante esto, las fuerzas de seguridad empezaron su inmediata búsqueda, mientras que especulan que el peligroso narco ya estaría en Paraguay.
Además, se supo pedirán explicaciones al Procunar (Procuración contra el Narcotráfico) cuyo titular, Diego Iglesias, pedía la domiciliaria de Marín desde 2019, debido a que consideran inaceptable que le otorguen dicha medida a un «prófugo reiterado».
¿QUIÉN ES MARÍN?
Federico Marín fue uno de los tres capos narcos que manejaba el tráfico de marihuana desde Paraguay hacia Itatí, para luego ser distribuida a distintos puntos del país, siendo Rosario uno de ellos, donde operaba la peligrosa banda de «Los Monos».
Dicha megaorganización criminal cayó en 2017 en el denominado operativo Sapucay, pero Marín se mantuvo como prófugo durante varios años. Incluso, el Juzgado Federal Nº 1 elevó su pedido de captura al nivel internacional, con una recompensa fijada por el Ministerio de Seguridad de la Nación en 1.500.000 de pesos.
Finalmente, en 2018, Marín fue capturado por un insólito motivo: el amor. En octubre de ese año, Gendarmería Nacional lo encontró en una casa del barrio 20 Viviendas de Itatí, donde fue a visitar a su esposa, María Lourdes Alegre, quien cumplía prisión domiciliaria por la misma causa narco, y a sus cinco hijos.
«Morenita» estaba armado, situación que preocupó a los gendarmes debido a que anteriores ocasiones se enfrentó a los tiros contra la fuerza. Pero esta vez, tras 90 minutos de negociación, pidió 15 minutos para despedirse de su familia y se entregó.
Tras su detención, Marín declaró como arrepentido, por lo que fue condenado por distintas causas a 12 y 8 años de prisión. Sin embargo, a finales del año pasado, la Justicia le otorgó la prisión domiciliaria. Cabe destacar que para esta decisión tuvieron en cuenta la opinión de Procunar.
HABILIDOSO
PARA FUGARSE
La tercera fue la vencida para las fuerzas de seguridad, quienes en dos ocasiones anteriores intentaron atrapar a Marín, pero siempre lograba salirse con la suya por su habilidad para la fuga.
En enero de 2016, a bordo de una camioneta Ford F-100, logró burlar un cerco de Gendarmería sobre la ruta 12, en cercanías a San Cosme. Al mes, en otro procedimiento próximo a Paso de la Patria, volvió a escapar de un control rutero tras un tiroteo con los uniformados para huir por una zona de montes.
En ese entonces, Marín ya sabía lo que era estar detenido. En 2011, estuvo preso en Tucumán por trasladar 500 kilos de marihuana.
Recién en 2014 recibió cinco años de condena en un juicio abreviado, pero a los pocos meses volvió a Corrientes.
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