Aves Argentinas llamó a la defensa del tordo amarillo (Xanthopsar flavus), una especie que habita los pastizales y bañados del Nordeste, en la actualidad críticamente amenazada por la pérdida y transformación de su hábitat a causa del cambio en el uso del suelo.
La organización no gubernamental explicó que, además, el Xanthopsar flavus es una grave víctima del tráfico ilegal y que su nidificación sufre una gran presión por parte del parasitismo de cría y de los depredadores de nidos.
Aves Argentinas recordó que desde 2015 los voluntarios vienen «trabajando conjuntamente con varias instituciones, grupos locales para proteger las últimas poblaciones de tordo amarillo». El trabajo «lo hacemos a través de la implementación de los Guardianes de Colonia, que consiste en un grupo de técnicos y voluntarios que monitorean a diario las colonias reproductivas para protegerlas», explicó.
«Las tareas que realizamos incluyen la búsqueda y seguimiento de nidos, monitoreo con cámaras trampa y filmadoras, relevamientos de aves y de vegetación, pesaje de pichones, confección e implementación de protecciones de nidos, y el manejo activo de individuos, territorios y nidos».
La estadía en el proyecto será completamente cubierta, esto incluye comida, alojamiento (en caso de corresponder), equipo de subsistencia y seguro contra accidentes. Los gastos de transporte desde el lugar de origen del voluntario hasta la localidad de trabajo no serán cubiertos por el proyecto.
Los principales puntos de arribo serán Gualeguaychú en Entre Ríos, y Santo Tomé o Alvear en Corrientes.
GUARDIANES
DE LA COLONIA
Una vez dentro, los voluntarios deberán aprender en territorio técnicas de muestreo y de manejo de aves, como la captura con redes de niebla, anillado, toma de medidas morfométricas y de muestras de sangre.
Para cumplir con estas tareas la organización no gubernamental busca voluntarios «entusiasmados con la conservación, la vida silvestre y con espíritu de aventura». «Es importante tener interés por el trabajo de campo, la observación y estudio de biodiversidad, y la toma metodológica de datos», señalan, y remarcan: «Es fundamental saber vincularse en grupo y mantener buen compañerismo tanto en el trabajo de campo como en la convivencia dentro de los campamentos».
«Si bien se valorarán formaciones afines a carreras como por ejemplo Biología, Veterinaria, Ciencias Ambientales, Tecnicatura en Conservación y EAN, no es un requisito excluyente. Sí se contemplará y dará prioridad a personas con experiencia previa en proyectos con trabajo de campo», adelantan. Para la elección será requerido que los voluntarios pasen un período no menor a 20 días en el proyecto y que posean el equipo adecuado.
La temporada de observación y resguardo comenzará el 27 de octubre y finalizará el 23 de diciembre, fecha de comienzo sujeta al establecimiento de las colonias de reproducción. El tiempo mínimo de permanencia en la guardia será de 20 días, sin embargo, por logística la organización ambiental priorizará a aquellas personas que puedan permanecer más tiempo.
Para acceder a esta experiencia es preciso ingresar un formulario de inscripción a la página oficial de Aves Argentinas, adjuntar un CV y una carta de intención. Los aplicantes que posean experiencias previas, además, pueden adjuntar una carta de recomendación, preferentemente de alguna persona de trayectoria en el ámbito de la conservación/investigación. Las aplicaciones se recibirán hasta el sábado 30 de este mes.
La custodia en los Guardianes de la Colonia sigue como modelo al proyecto Macá Tobiano, que consiste en formar técnicos y voluntarios que monitorean y protegen las colonias de sol a sol, convirtiéndose en custodios de los pocos pichones que logran nacer año tras año.
Un ave emblema
El tordo amarillo es un colorido y llamativo pájaro que vive en ambientes húmedos con alta disponibilidad de insectos. En Argentina se lo ha identificado al Sur de Entre Ríos, Norte de Corrientes y la provincia de Misiones. Y si bien es posible observar ejemplares solitarios, es un ave muy gregaria que forma grupos de entre 2 y 240 individuos, con un promedio de 30 ejemplares por bandada.
Su distribución, dispersa y fragmentada, se ha retraído tanto en número como en su área de distribución original, especialmente hacia sus límites australes.
El tordo macho luce la parte dorsal y la cola negra, mientras que la parte superior de la cabeza, cuello hombros, rabadilla, zona ventral y subcaudal es de amarillo oro muy notable. La hembra en cambio posee un plumaje más pálido con la parte dorsal parda olivácea estriada y la cabeza, zona ventral y rabadilla, de color amarillo de un tono mucho más apagado que el macho. Su canto es canción en pastizales y pantanales en áreas abiertas.
Desde el año 2000, el tordo amarillo está considerado como una especie en estado vulnerable, según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Iucn). En 2004, un decreto provincial lo declaró Monumento Natural de Entre Ríos, basándose en los argumentos expuestos por diversos trabajos científicos: quedan pocas poblaciones, son pequeñas, están fragmentadas y decrecen rápidamente, debido a diversas amenazadas directas e indirectas.
En 2019, a propuesta de la Defensoría del Pueblo, la Provincia de Corrientes siguió ese lineamiento y también lo declaró por Ley N° 6.522 Monumento Natural.
«El tordo amarillo es una especie endémica de los pastizales sudamericanos y, en Argentina, hace unos 100 años atrás solía encontrarse en grandes bandadas, sin embargo, según el último informe elaborado por Conicet, Cecoal, Unne y la organización Aves Argentinas: su población se redujo a 1.500 para el año 2000 y se estimó en menos de 600 para el año 2008, repartida en dos principales áreas: el Sur de Entre Ríos y el Noreste de Corrientes», advirtieron al dar sanción a la norma los legisladores correntinos.
¿Qué se necesita para unirse?
-Ser mayor de 18 años.
-Tener al día el calendario de vacunación. Los certificados de las vacunas antitetánica y Hepatitis B serán solicitados previamente.
-Capacidad para trabajar en equipo y buena convivencia.
-Buena condición física, ya que el trabajo de campo es muy exigente, son días largos de trabajo sometidos a altas temperaturas.
-Estar dispuesto a convivir varios días en el campo (dormir en carpa, sin baño o señal, madrugar, muchos tábanos y mosquitos, etcétera).
-Ser proactivo, responsable y tener ganas de aprender y ayudar.
-Traer los elementos adecuados para poder trabajar en el campo, así como ideas o habilidades innovadoras que quieras compartir.
-Predisposición para realizar trabajos manuales y largas caminatas.
-Es fundamental contar con equipo completo de acampe (bolsa de dormir, aislante, carpa, botas de goma, repelente, libreta/anotador de campo y lápices, artículos de higiene personal, medicamentos, protector solar, gorro, ropa de campo, piloto para lluvia, bolso de rancho personal con vaso, cubiertos, mate, y lo que necesites y quieras traer).
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