Los correntinos padecieron 5 días de paro total de las líneas de colectivos por el reclamo de los choferes, nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) por mejoras salariales que demoraron en concretarse y, para un sector sindical, aún resta por cumplirse por lo que en la tarde de este martes 11, se reactivó a medias la prestación (ver nota aparte).
Esta situación no es una novedad. Si puede señalarse como tal a la extensión temporal de la protesta, pero no el motivo del que deriva. Y son muy pocos los encargados de explicarlo. Por ello, EL LIBERTADOR consultó a fuentes locales (institucionales y empresarias) relacionadas directamente con el tema para detallar los pormenores de un sistema que casi bimestralmente arroja algún episodio de tensiones y confrontaciones, que repercute en el diario vivir de decenas de miles de personas que necesitan de este servicio.
CUESTIÓN DE COSTOS
Para entender el sistema ya viciado (por los motivos que pasamos a desglosar). El costo técnico de un boleto de colectivo es «X». Podría ser de 500 pesos, que es lo que se calcula desde hace algunos meses en la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Corriente. Se trata de un análisis periódico que se realiza en un espacio que emite los dictámenes técnicos llamado Sistema Integrado de Movilidad Urbana, más conocido por su sigla Simu.
Entonces, para que el vecino, dígase angustiado usuario, no pague 500 pesos, se impusieron los subsidios. Gracias a la aplicación de la subvención estatal, las prestatarias cuentan con un mecanismo de soporte de costos que les permite afrontar detalles clave del servicio como, por ejemplo, los salarios.
PLEITO SINDICAL EVITÓ LA REACTIVACIÓN DEL SERVICIO
En la tarde de ayer, la noticia fue que se había levantado el paro de los colectiveros; sin embargo, luego se supo que un grupo de choferes decidió no acoplarse a la decisión de la UTA Corrientes, provocando algunos incidentes en el acceso de una de las prestatarias con aquellos trabajadores que pretendían retomar sus labores después de 5 días de retención de servicios.
Con el pasar de las horas, se habló de un grupo disidente del sindicato que no está dispuesto a acatar, después de que se conociera un acuerdo con la parte empresaria que aseguró el básico cercano a los 404 mil pesos, más los retroactivos.
El vocero de la Cámara de Empresas del Transporte Urbano de Corrientes, Javier Harfuch fue el encargado de hablar ante los medios, anunciando que denunciarán penalmente a los que se encontraban (hasta anoche) impidiendo que los colectivos urbanos pudieran circular.
«El servicio se tenía que restablecer, pero un grupo reducido de personas que desconoce la conducción de la UTA se abroqueló e impide que circulen los móviles», detalló Harfuch.
Resulta necesario recordar que en la siesta de este martes se alcanzó un acuerdo con las bases gremiales locales, en coordinación con UTA nacional para destrabar el conflicto asumiendo el compromiso de los reclamos salariales de la escala, como pasó en Amba y el resto del país.
De esta manera se aseguró que el sueldo básico de los choferes, a partir de septiembre, sea 404.000 pesos y un pago de un retroactivo en cuatro cuotas seguidas.
«Esto es un esfuerzo no sólo del sector empresarial, sino también del Gobierno provincial y municipal, que ha contribuido en gran medida a la solución aportando los fondos necesarios para alcanzar los valores de sueldos mencionados», remarcó el vocero.
DISCRECIONALIDAD
-El Gobierno nacional, ante la presión que ejercieron las prestatarias y el gremio en 8 distritos del país, incluido Corrientes, decidió resolver donde todo se decide, donde «atiende Dios», en Buenos Aires.
-En sólo 2 días, se distribuyeron 25 mil millones de pesos para el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba), mientras el Interior del país observaba sin respuestas. Y para que se sazonen aún más las denuncias de inequidad en el sistema actual, es necesario repasar algunos guarismos.
-En el Amba, hay alrededor de 39.000 y 40.000 empleados directos en las firmas de transporte de pasajeros. Hay 18.000 buses. Y para que todo ello funcione, Nación vuelca 54.000 millones de pesos en subsidios.
-Ahora bien. En el resto del país, trabajan alrededor de 34.000 empleados, con 14.000 vehículos que operan en los distintos ramales urbanos de las diferentes provincias. O sea, sumando a todas las jurisdicciones de Argentina, se emparejan los números de trabajadores y colectivos con el Amba. Pero la diferencia radica en que todas juntas sólo reciben 9.000 millones de pesos en subvención económica.
UN CIRCUITO QUE NO SIEMPRE SE DA
1- El pasajero paga al transportista su pasaje.
2- El transportista paga por la renovación de buses; combustible; lubricantes; neumáticos; mantenimiento; inspección; patente; seguro; choferes; personal administrativo + gastos extras.
3- El estado «debería pagar» el subsidio mensualmente a las empresas.
4- Las empresas pagan impuestos.
EL INDICE DE PASAJEROS POR KILÓMETRO
Otro punto en cuestión tiene que ver con el IPK, el Índice de Pasajeros por Kilómetro. Con este indicador se calcula cuántos usuarios se transportan, subiendo y bajando de la unidad, así como las frecuencias de las distintas líneas de colectivos; lo que permite establecer un costo operacional por recorrido, de combustible, desgaste de llantas, entre otras variables.
Aquí también influye el «centralismo». Es que, en el área de Buenos Aires, el índice es mucho mejor porque mucha más gente por kilómetro, lo cual hace más rentable el recorrido que lo que da en una jurisdicción como la de Corrientes. En una provincia chica donde algunos ramales son rentables y otros que son sumamente deficitarios, por menor cantidad de pasajeros, pero con distancias importantes por recorrer. El desgaste de las unidades es similar o mayor al del Amba, pero con menos caudal de boletos vendidos. En otras palabras, mayores costos con ingresos inferiores.
SUBSIDIOS Y PARITARIAS
Los subsidios se enquistaron en el país, teniendo al Gobierno central como el principal instrumentador de estas herramientas para cubrir los distintos rubros de la actividad económica argentina. Pero, aquí surge la primera queja o advertencia devenida desde Corrientes. Es que aseguran que «en los últimos años, progresivamente Nación fue dejando de mandar al Interior el dinero para concentrar todos los recursos en el Amba».
¿Entonces, qué escenario provocó esta discrecionalidad? Que las provincias y los municipios tuvieran que incluirse dentro del sistema de apoyos económicos para las empresas ¿Para qué? Para que el vecino no pague una tarifa de 500 pesos, como el ejemplo dado ut supra. De esta manera, soportando (entre todas las jurisdicciones gubernamentales) casi el 80 por ciento del valor estimado técnicamente del pasaje -o sea, poniendo la diferencia- el vecino paga 100 pesos.
Pero qué pasó en los últimos años. Con la debacle económica del país, las paritarias del sector del transporte de pasajeros se volvieron un placebo que no ayuda a enfrentar el ataque de la inflación. Entonces, firman acuerdos que, con el ritmo de la escalada de precios, quedan alejados de la coyuntura o, rubrican porcentajes demasiado altos previendo la aceleración de precios.
Por lógica, los recursos disponibles no alcanzan. En muchos de los casos, comprometen dinero a la espera del otorgamiento del beneficio, pero allí comienza el problema. Los fondos nacionales se ralentizan o directamente nunca llegan.
Así es que se desprende la postura empresaria manifestada en las últimas horas: «O más subsidios, o el boleto a 500 pesos». Para advertir además que, de esta manera, apenas se afrontaría la variable salarial, faltando por contabilizar los costos que habitualmente suben como el combustible, los repuestos del material rodante, entre otros ítems logísticos y operacionales que se ven incluidos en el precio del pasaje.
DETERIORO
El sistema y su instrumentación fueron empeorando, profundizándose los problemas en los últimos 20 años. El otorgamiento de los subsidios, para cada una de las administraciones nacionales que gestionaron en las últimas dos décadas, se concentró en el Área Metropolitana de Buenos Aires en detrimento del Interior.
¿Las razones? La lógica resultante de las estrategias políticas y electorales, apoyadas en la cosmovisión centralista de los gobernantes.
¿Políticas y electorales? Porque la representación que Buenos Aires tiene en el padrón supera ampliamente a cualquier región que quiera hacerse valer. Con 12.704.518 de electores, que representan el 37 por ciento de los votos del país, «obliga» a los gobiernos a priorizar dicho territorio.
Entonces, con este tipo de coyunturas, de crisis constante y la inflación que esmerila la capacidad de maniobra de la gente y las empresas, todo termina en conflictos que, como siempre, se dan con mayor asiduidad en el Interior, porque es donde menos atención se los sectores de poder real.
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