Se conmemora el 3 de febrero el aniversario de la batalla de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe y el paso a la inmortalidad del sargento post mortem, Juan Bautista Cabral al rescatar al entonces coronel José Francisco de San Martín, quien había caído bajo el caballo, arrojo que le permitió salvar la vida de quien sería el General que independizaría tres naciones y se convertiría después en Padre de la Patria para la Argentina.
Ante tamaño hecho histórico, se mantienen los homenajes en memoria y honor del saladeño Cabral, en cuyo terruño se lo perpetúa en la memoria y con las ceremonias respectivas, en Pago de los Deseos, donde está el solar del nacimiento y en la ciudad de Saladas, a la que pertenecía la jurisdicción.
El intendente de Saladas, Noel Gómez, emitió una invitación por el Municipio destinada «a toda la comunidad», para participar de los actos oficiales de un nuevo aniversario, el 212° del combate de San Lorenzo y del paso de la inmortalidad del hijo dilecto de la ciudad y héroe de los argentinos.
Como todos los años, el programa comienza a la mañana con el izamiento de la Bandera nacional en la plaza Sargento Cabral, a las 8 horas, en tanto el acto central se lleva a cabo a la tarde, a las 19.30, con el desarrollo protocolar, desfile cívico militar y posterio festival en la intersección de las calles 25 de Mayo y Sargento Cabral.
Por su parte, la intendente de Pago de los Deseos, Sintia Soledad Magaldi, uno de los más nuevos Municipios de la provincia creado en el año 2012, en una Resolución con su firma invitó a la comunidad a participar de la ya acostumbrada vigilia que se efectúa con motivo de la fecha patria.
En ese sentido con el fin de facilitar la mayor participación posible de los vecinos, resolvió declarar Asueto Administrativo para este lunes, 3 de febrero.
EL HÉROE
El soldado Juan Bautista Cabral, era zambo, como se denomina a un individuo nacido del mestizaje de una persona negra con una persona indígena americana.
Juan Bautista Cabral había nacido en un paraje en las afueras de Saladas, actual colonia Cabral, entre 1780 y 1790.
Era hijo natural de José Jacinto Cabral y Soto y de la esclava Carmen Robledo, quien luego se uniría a un indígena guaraní de nombre Francisco. Ambos trabajaban en el establecimiento rural de Luis Cabral y de su esposa Tomasa Casajus y Casajus.
El profesor e historiador saladeño, Ramón Julián Blanco, en su libro «San José de las Lagunas Saladas», cita que Lola Lafuente, descendiente de aquella familia Cabral, que vivió en la casa donde Juan Bautista Cabral pasó su infancia y adolescencia antes de incorporarse al Regimiento de Granaderos a Caballo, casa que hoy día es Museo Histórico Nacional y declarado Monumento Histórico Nacional, conservaba un cuaderno familiar con apuntes y que le habría mostrado entre las anotaciones el día de nacimiento del héroe, consignado como el 24 de junio de 1793.
El corpulento Cabral, que fue incorporado a la primera sección del primer escuadrón del Regimiento que había creado San Martín, los granaderos a caballo, junto a los demás heridos del combate de San Lorenzo el miércoles 3 de febrero de 1813, fueron llevados al Convento de la Iglesia que ofició de base de los argentinos para enfrentar a los españoles realistas. En el refrectorio, improvisado hospital, Cabral dejó de existir. Insisten que sus últimas palabras fueron en lengua guaraní: «Muero contento, hemos batido al enemigo».
Con el reconocimiento
del Padre de la Patria
SALADAS. «Cuando el correntino Juan Bautista Cabral, pie a tierra, tomaba por los hombros a San Martín, para ayudarlo a quitar su pierna aprisionada por el caballo, fue herido de muerte. Cerca de la pared Sur del Convento de San Lortenzo, fueron enterrados los granaderos caídos en el combate. El combate duró un cuarto de hora y los españoles se retiraron en desbandada y subieron a las embarcaciones en las que habían venido.
Los heridos fueron llevados al Convento, donde en el refrectorio, improvisado hospital, Cabral dejó de existir un par de horas después. Insisten que sus últimas palabras fueron en lengua guaraní: ‘Muero contento, hemos batido al enemigo’. El santo y seña en el escuadrón que aún se mantenía en el campo de batalla era: “Cabral, mártir de San Lorenzo”. San Martín erigió un modesto cenotafio en el antiguo cementerio del Convento en memoria de su comprovinciano», relató en uno de sus libros, el historiador, también saladeño, fallecido en 2010, Ramón Julián Blanco. Agregó que «a su regreso a Buenos Aires, mandó colocar en la parte exterior y sobre la puerta de entrada del cuartel de Granaderos, en el Retiro, un tablero oval con la inscripción: ‘Al soldado Juan Bautista Cabral. Murió en la acción de San Lorenzo el 3 de febrero de 1813. Sus compañeros le tributan esta memoria’. Desde el Jefe hasta el último soldado debían saludar esta inscripción cuando ingresaban al cuartel. Así se hizo hasta que el regimiento fue disuelto cuando finalizó la guerra contra el Brasil. Miles regarían con su sangre los campos de batalla donde estuvo en juego la independencia de América. Cabral es uno de ellos…».
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