En los sectores productivos de la provincia hay un fuerte malestar con la Fundación Correntina para la Sanidad Animal (Fucosa). Humor que contrasta con lo que se expresó en el comunicado elaborado este jueves 11 por la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes, en cuanto al trabajo que se viene realizando en temas como el de la vacunación contra la aftosa, donde se vienen pagando precios (2 dólares por dosis) que triplican a los de otros países de la región en la misma situación sanitaria, donde se consiguen marcas a menos de 1 dólar.
«Todas las rurales de la provincia respaldan el trabajo que hizo y hace el Comité Ejecutivo de la Fucosa, buscando y garantizando la mejor solución posible a las cuestiones sanitarias», señaló la misiva que replicaron en las últimas horas.
Esto motivó que muchos productores salieran a remarcar que no hay felicitaciones para dar. Todo lo contrario. Se espera que las autoridades responsables salgan a calificar tanto el tema de la compra de la vacuna como la composición del costo operativo que se juzga irrazonable, así como una clarificación respecto a cómo impactará la anunciada reducción del precio ofrecida por el laboratorio cuestionado que en principio fue del 23 por ciento y que, al ser rechazado, se elevaría al 42 por ciento.
Sobre esto, la Asociación de Sociedades Rurales «abrió paraguas» como aplacando la presión a las autoridades, al subrayar en el comunicado que «va a ser difícil que los cambios de precios, anunciados recientemente por el laboratorio Biogénesis Bagó impacten automáticamente». También lo hicieron en cuanto a la obtención y habilitación de la nueva marca que ingresará desde el Brasil, luego de que Javier Milei ordenara la habilitación de la importación al advertir la «cartelización» de las vacunas a favor del grupo Sigman. Ello, permitió que la brasileña Tecnovax irrumpiera en el mercado a mitad de precio. En este contexto, llamó la atención otro párrafo del comunicado de la mesa que reúne a las rurales: «Las vacunas que busquen ingresar al país, deberán pasar por controles y pruebas antes de estar disponibles para su uso en el mercado. Hay protocolos que cumplir, estos llevan sus tiempos, se trata de material biológico; y es lógico que así sea».
En los hechos, también en este campo se advierte como una crisis de representación similar al que se vive en la política. El descontento de los productores para con las sociedades rurales y las entidades de mayor grado han tomado cuerpo a lo largo y lo ancho de la provincia, sin que a través de los medios se den las explicaciones esperadas.