Con el lema «Con Jesús, José y María, peregrinamos con esperanza y valentía», concluyó desde el atrio de la Basílica con la misa de las 9, la 42ª Peregrinación Juvenil del NEA a Itatí, por segundo año consecutivo de modo virtual, pese a lo cual fueron numerosos los jóvenes y otros peregrinos que no quisieron volver a estar ausentes en esta ocasión, en tanto presentaron ante la imagen de la Virgen María la promesa de que en la 43ª edición se retomará presencialmente la manifestación monumental como es habitual.
En la homilía que predicó el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, recordó el ser y el destino de un peregrino, que «siempre es el encuentro».
«La realidad de la pandemia nos limita una vez más el camino para llegar juntos hasta la casa de nuestra Madre y nos obliga a buscar alternativas para poder encontrarnos con Ella y entre nosotros. Y como para el amor no hay distancias, porque es maravillosamente creativo y superador de adversidades, ustedes inventaron otras maneras de encontrarse y por eso tampoco abandonaron su vocación de peregrinos. No olvidemos que el encuentro es siempre el destino del peregrino», subrayó desde el comienzo.
SABIDURÍA
DE DIOS Y LA
«MUNDANA»
En la primera lectura del libro sagrado de la Sabiduría que se leyó, «nos muestra la esperanza y valentía del justo puesto a prueba por los hombres malvados para ver si Dios lo salva. Ese justo es figura de Jesús, que confía en Dios su Padre y supera todos los tormentos. Podríamos decir, es la imagen del peregrino que no se desvía del camino porque puso toda su confianza en Jesús, José y María», comentó el Arzobispo para apuntar que, por lo contrario, «el Apóstol Santiago, en su carta advierte de los peligros de una sabiduría mundana que ambiciona y provoca rivalidad, discordia y envidia, y al no alcanzar lo que pretende, hace la guerra y mata, y la contrapone con la sabiduría que viene de lo Alto, que es pura, pacífica, benévola y conciliadora, está llena de misericordia y dispuesta a hacer el bien. Esta es la sabiduría del peregrino, su compromiso y su fortaleza en el camino», remarcó, para lo que habrá que contextualizar que todo bautizado y quien acepta a Dios es un peregrino.
En cuanto a la lectura del Evangelio del día, de San Marcos, «Jesús enseña la Sabiduría de Dios, esa que Él mismo experimentó en el amor del Padre y del Espíritu Santo. Lo hace de un modo sencillo y claro diciendo que el que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos. Y para rematar lo dicho, tomó un niño y abrazándolo, dijo: «El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a Aquél que me ha enviado’. Ahí está de nuevo el peregrino que decide su esperanza y valentía a cada paso, no en sí mismo, sino confiado totalmente en Jesús, José y María, y con ellos y como ellos, esperar sin desfallecer en Dios que jamás abandona a los que se confían en Él».
EL PEREGRINO,
EL VAGABUNDO
Siempre reflexionando sobre el lema de la 42ª Peregrinación, sostuvo que «peregrinamos con ‘esperanza y valentía’. La esperanza y la valentía hacen la diferencia entre el peregrino y el vagabundo. Para el vagabundo, pensar en una meta hacia dónde dirigirse es un ejercicio agotador. La meta es él mismo; no lo mueve la esperanza, sino solo el interés por encontrar lo que venga y le produzca algún placer; no lo motiva el esfuerzo para un camino en subida, le gusta el camino ancho donde no haya obstáculos, porque no está dispuesto a esforzarse en superarlos. En el fondo, es un individuo que está siempre buscando algo, pero teme encontrarse con alguien», subrayó y «por eso, el vagabundo es un solitario que merodea sin rumbo y sin la alegría de vivir. Es como ese ‘turista’ que pasa por la vida así, mirando sin ver, conociendo sin que nada le atraviese el corazón».
EN DIRECCIÓN
INALTERABLE
Al ahondar sobre la vida de un peregrino, monseñor Stanovnik manifestó que, a diferencia del vagabundo, «el peregrino sabe hacia dónde va y jamás se siente solo, aún cuando no tenga compañeros que caminen con él; sin embargo, siempre anhela peregrinar con otros, porque su meta es el encuentro. Tan fuerte es la atracción que siente por llegar a la meta, que no hay obstáculo que no esté dispuesto a enfrentar y superar. El peregrino no se siente un superhéroe, lo que experimenta es una fuerza superior que lo sostiene y anima a seguir. Él peregrina con Jesús, José y María. En su compañía, ya vive por anticipado la alegría del encuentro, por eso no se deja llevar por las tentaciones que pretenden desviarlo del camino. Porque tiene esperanza, es valiente, sabe lo que espera, y por eso no hay nada que lo detenga o distraiga. Como peregrino, vive la experiencia de un misterio que lo supera, el hermoso misterio de la trascendencia de Dios y también de la Iglesia, que trasciende su familia y su barrio», mencionó, teniendo como fuente el punto 260 del Documento del Episcopado Latinoamericano reunido en Aparecida, Brasil, en mayo de 2007.
El año próximo, todos a caminar
ITATÍ. La misa y la homilía de la 42ª Peregrinación Juvenil del NEA a Itatí fue presidida por el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, junto a quien concelebraron el arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Alfredo Dus; el obispo de Reconquista, monseñor Ángel José Macín; el obispo de Santo Tomé, monseñor Gustavo Montini; el rector del Santuario, padre Porfirio Ramírez y otros sacerdotes.
Como ya se informó en la edición de ayer, pese a que este año por segunda vez la manifestación se realizó de modo virtual por la pandemia del Covid-19, sin embargo una significativa cantidad de peregrinos, especialmente de la provincia de Santa Fe, la hicieron en bicicleta o en otros vehículos e incluso algunos pocos de a pie desde la Rotonda de la Virgen de Itatí en Corrientes, donde sólo se realizó una caravana vehicular por la ciudad. Quienes por iniciativa propia llegaron hasta Itatí, participaron en la Misa desde la peatonal y la plaza, frente a la Basílica, informó el prestigioso medio de comunicación digital local, Noticias Itateñas.
Antes de finalizar la celebración, los jóvenes de la Pastoral de Juventud del NEA leyeron el ya tradicional Manifiesto y como promesa, la intención de realizar la 43ª Peregrinación del próximo año en forma presencial, por lo que ofrecieron sus chalecos a los pies de la imagen peregrina de la Virgen María de Itatí.
Siempre atento, en dos direcciones
ITATÍ. En uno de los tramos de su mensaje en la misa de la 42ª Peregrinación Juvenil del NEA a Itatí, el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik puntualizó que «el peregrino está atento, fundamentalmente, en dos direcciones: en primer lugar, a la meta y, enseguida, al que camina a su lado. La meta es el santuario, lugar de encuentro, al que el peregrino anhela llegar. Lo vive no como una carrera para llegar primero, sino como un lugar al que tiene que llegar junto con sus compañeros de camino. Por eso, al mismo tiempo que atiende al destino hacia el cual se dirige, está atento a las necesidades de los que caminan con él. El peregrino es fraterno, amable y justo y, además, alegre aún en medio de las adversidades, porque sabe que, con Jesús, José y María, y de la mano con sus hermanos y hermanas, no duda de que va a llegar a la meta».
Más adelante en su homilía, puso especial énfasis en señalar que «el peregrino, cuando regresa a su casa, a su barrio, a la escuela y al espacio público, no deja de ser peregrino. Porque peregrinar es una actitud ante la vida. Siempre estará atento a no convertirse en una especie de vagabundo en la vida cotidiana, a quien lo único que le interesa es pasarla bien, no importa con quién ni con qué, basta que le proporcionen algún placer. En cambio, el peregrino aprendió a ver a sus semejantes y a las cosas con los ojos de Jesús, José y María; por eso no pierde la esperanza ni en sí mismo ni en sus compañeros. Al contrario, cuando ve que flaquean como peregrinos o se sienten tentados de alejarse del camino, no los abandona, sino que se acerca a ellos, y está dispuesto a sostenerlos y animarlos a continuar caminando hacia el encuentro».
Indicó seguidamente y antes de otras consideraciones que, «con Jesús, José y María, el peregrino se siente seguro. Pero no es la seguridad del autosuficiente, del que se cree más que los otros y, en el fondo, no necesita de nadie, ni de Dios. El verdadero peregrino se siente seguro porque pone su confianza en Jesús, José y María. Ellos son su fortaleza, su valentía y su esperanza».
Un No rotundo a la
Trata de Personas
ITATÍ. «No podemos dejar de unirnos hoy a la Jornada Nacional de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, y pronunciarnos enérgicamente contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños», dijo hacia el final de su homilía monseñor Andrés Stanovnik, acontecimiento del que EL LIBERTADOR anunció ayer en esta misma página.
También se lamentó porque en la Argentina se desarrolla una «intensa campaña» por quienes explotan la prostitución para que se la considere como un trabajo, «con el objetivo de que se abandone la honrosa tradición abolicionista que tiene nuestra Patria» y recordó que el Papa Francisco fue contundente cuando dijo que «la trata constituye una violación injustificable de la libertad y la dignidad de las víctimas, dimensiones constitutivas del ser humano deseado y creado por Dios, por lo que debe considerarse un crimen de lesa humanidad», por eso, «hoy nos unimos a todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad para decir un No rotundo a la Trata de Personas».
Por los que sufren por la pandemia y los ayudantes
ITATÍ. La dramática situación que provoca el Covid-19 en miles de personas no olvidó el arzobispo, Andrés Stanovnik en su homilía de la Peregrinación Juvenil del NEA, por quienes dijo «hoy nos sentimos cerca, especialmente de todos los que sufren las consecuencias de la pandemia: los enfermos y sus familiares, en particular, de los que perdieron a sus seres queridos y ni siquiera pudieron despedirse de ellos; los que se empobrecieron hasta carecer de lo necesario para vivir dignamente; al heroico personal de la salud, a los que brindan servicios a los hospitales y a los que toman decisiones para cuidar y ayudarnos a tomar conciencia de cuidarnos entre todos; y de un modo muy especial hoy a los jóvenes del NEA y de otros lugares que anualmente peregrinan a este santuario: que María de Itatí los cubra con su manto, los proteja de todo mal y, con Jesús y José, los anime a ser peregrinos con esperanza y valentía en la vida de todos los días. Que así sea».
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