Al día de hoy, las vacunas estadounidenses de Pfizer y Moderna han logrado una autorización para uso de emergencia a partir de los 12 años en los entes reguladores de Estados Unidos (FDA) y Europa (EMA), respectivamente; y las vacunas chinas de Sinovac y Sinopharm a partir de los 3 años sólo en el país asiático y Emiratos Árabes.
Argentina comenzó a inicios de agosto a inmunizar a adolescentes con comorbilidades con la vacuna de Moderna y hasta ayer ya habían recibido su primera dosis unas 346.100 personas entre 12 y 17 años. A partir del acuerdo entre el Gobierno nacional y el laboratorio Pfizer anunciado el martes pasado para la adquisición de 20 millones de vacunas, el Ministerio de Salud informó que estas dosis estarán destinadas a «adolescentes de entre 12 y 17 años, en forma universal».
FECHAS
La titular de la cartera sanitaria, Carla Vizzotti dijo que el cronograma de entregas comenzará el 6 de septiembre y que durante ese mes se completarán 580.000 dosis. En octubre, noviembre y diciembre se continuará con envíos semanales hasta alcanzar «las 20 millones».
En la misma línea, el médico pediatra y miembro del Consejo de Administración del Hospital Garrahan, Oscar Trotta informó esta semana que ese centro de salud comenzará a vacunar «a niños, niñas y jóvenes de entre 12 y 17 años sin enfermedad preexistente a partir del mes de septiembre», en caso de que las vacunas arriben al país tal como está planificado.
Las autoridades sanitarias nacionales también se encuentran estudiando la vacuna de Sinopharm para niños y niñas desde los 3 años, aunque todavía no se han expedido al respecto.
IMPORTANCIA
La vacunación contra el coronavirus en niños y adolescentes, una estrategia que comenzó a aplicarse en diversos países, es una herramienta que no sólo beneficia a quienes reciben el inoculante sino que contribuye a lograr una protección colectiva, aseguraron especialistas; en tanto desde el Ministerio de Salud informaron que los inmunizantes que ingresen de Pfizer se destinarán a la población entre 12 y 17 años sin comorbilidades.
«Desde los primeros días de la pandemia, los padres se han aliviado con el hecho de que el SARS-CoV-2 tiene muchas menos probabilidades de causar enfermedades graves en los niño que en los adultos», indicó a Télam la médica Lourdes Arruvito, del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (Inbirs), que depende de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Conicet.
Sin embargo, algunos niños se enferman gravemente y pueden tener manifestaciones prolongadas de Covid-19 «con una constelación de síntomas a veces debilitantes que pueden persistir durante meses incluso después de un episodio leve de la enfermedad», añadió.
Fuente: Télam